miércoles, 9 de noviembre de 2011

El sábado Proyecto Hombre celebrará la tracional cena en Cacabelos

Como viene siendo habitual desde hace ya varios años, Proyecto Hombre celebra en Cacabelos una cena abierta a cuantos deseen participar en ella. A parte de los miembros de la organización, autoridades, familiares y amigos, cualquier ciudadano puede apuntarse y acudir el sábado, día 12, al restaurante el Apóstol para cenar en un ambiente muy agradable como lo ha sido en años anteriores.
Al final de la cena se seguirá la costumbre de sortear entre los asistentes los regalos donados por los distintos establecimientos y empresas de la villa.

Cacabelos también es noticia en "The Independent"

Cuánto nos gustaría que el motivo de ser noticia en un diario tan importante fuese otro muy distinto. Pero ya sabemos los tiempos que nos están tocando vivir. En Cacabelos hay un problema y la noticia corre que se las pela. Prácticamente en toda la prensa nacional ha habido referancias a la situación económica de nuestro Ayuntamiento,aunque nunca pudimos imaginarr que los ecos llegarían tan lejos.
El artículo del rotativo inglés Spain's town hall meltdown, más o menos "los ayuntamientos de España se van al garete"(traducción personal) comenta varios de los casos más dramáticos a lo largo de la geografía española. También comenta el 
caso de Cacabelos y la anécdota de jugar el Alcalde a la lotería para salir de la dramática situación en la que dice se encuentran las arcas municipales.
A continuación os pongo el enlace a la noticia y a los comentarios sabrosos que aparecen:

Spain's town hall meltdown

martes, 8 de noviembre de 2011

Cantinflas se paró en Cacabelos


El actor mejicano Cantinflas (Mario Moreno Reyes, 1911-1993) fue durante varias décadas una de las máximas estrellas del cine de habla hispana. Los espectadores llenaban los cines para contemplar una y otra vez al personaje tan peculiar, “el pelao”, creado por él. Aunque lo intentó, no logró el mismo éxito en los Estados Unidos. Su humor estaba muy unido a su idioma natal, el hispano-mejicano, y era muy poco comprensible para el público del Norte pese al doblaje.
Sube y baja, el Padrecito, La vuelta al Mundo en 80 días, El bolero de Raquel, Por mis pistolas... y tantas otras películas hicieron las delicias de todos los públicos.
En Cacabelos no se paró por propia voluntad. No llegó hasta aquí para acudir al estreno de alguno de sus triunfos en la gran pantalla. Y no sería porque la fama le hubiese sido esquiva. Si daban una de Cantinflas, el cine Litán  tenía que proveerse de sillas accesorias para acomodar a la gran demanda de entradas. No, el motivo está alejado del mundo de la farándula.
La carretera Nacional Sexta cruzaba nuestro pueblo. Enfrente de la gasolinera se encontraba el mojón indicando el Km. 401 y en la bajada del puente hacia las Angustias, el 402. Aunque el tráfico no es comparable al de hoy en día, sí que era muy abundante para aquellos años de la segunda mitad del siglo XX. Y a Cacabelos esa carretera le daba una categoría especial.
Además del tráfico habitual de viajantes y mercancías, se añadía el de los personajes de toda índole que se dirigían a Galicia o que regresaban a la Meseta. Prácticamente todas las semanas santas, y algún verano que otro, veíamos pasar a Franco y toda su comitiva  a media tarde hacia tierras gallegas(solía comer en el parador nacional de La Bañeza ). El Lunes de Pascua regresaba y cruzaba nuestro pueblo coincidiendo casi siempre con la procesión de la Virgen de la Angustia. ¡Qué casualidad!
 
Un atardecer del verano de 1949 jugaba en la acera de su casa(actualmente Peyma y antes Casa Gato) un niño de seis años. Allí su madre regentaba una casa de comidas. Aún estaban lejos los restaurantes, los restauradores, la deconstrucción  de la tortilla y demás. Creo que uno de los platos que mejor deconstruía la señora, era el gato vagabundo. Muchos lo recuerdan como un plato algo sublime  gracias al punto de asado que sabía dar al minino la cocinera.
Víctor ante el lugar donde fue atropellado
Sigo, que me pierdo. Aquel chavalín era Víctor, actualmente dueño del Apóstol. En un movimiento insensato se lanzó a cruzar la carretera sin encomendarse a dios ni al diablo. Un enorme coche negro, un haiga, le golpeó y lanzó por los aires. Los tres ocupantes del auto se apearon asustados intentando comprobar los daños causados. Víctor, aturdido por el golpe, apenas se enteró del jaleo. Llevado en volandas por alguno de los testigos hasta la consulta del médico, se comprobó que tenía un brazo roto y magulladuras sin importancia.
Esperando noticias del herido y pasado el susto, alguien descubrió que uno de los pasajeros era el mismísimo Cantinflas, convirtiéndose desde ese momento en el centro de atención de los presentes y de los que iban llegando al extenderse la noticia. Sin embargo, el actor y su pequeño séquito se retiraron enseguida con la familia del dolorido Víctor al interior de la casa preocupados, como estaban, por el estado del chaval.
Según me cuenta ahora Víctor, fueron muy amables, abonaron los gastos médicos y cree, aunque no está muy seguro, que también le dieron cierta cantidad de dinero a su madre. Todo quedó solucionado en pocas horas. Unos continuaron hacia Madrid, donde estaba su lugar de destino, y otro se quedó con el brazo en cabestrillo sin ser consciente de  por quien había tenido el honor de ser atropellado.
¿Habría jugado el destino con nuestros dos personajes? ¿Qué fuerzas misteriosas intervinieron para que cruzaran sus vidas entre el Km. 401 y el 402? Víctor es conocido cariñosamente por el apodo Charli o Charlot, heredado de su padre. ¡Fijaos! Charlot y Cantinflas, los  apodos de los dos actores cómicos más grandes del mundo unidos en Cacabelos.
Si hubiese sido hoy, Víctor se pasearía durante una temporada por las televisiones de las norias y esas zarandajas contando cómo y por quién había sido atropellado. Enseñaría una y mil veces la escayola del brazo a las cámaras y de paso aprovecharía para contar las maravillas culinarias que hacía su madre con los gatos.

domingo, 6 de noviembre de 2011

R.I.P. Amelia Prados Valle

Cuando parecía que la señora de la guadaña nos tenía un poco olvidados, llega este domingo y se ha puesta a trabajar por partida doble. En pocas horas ha elegido a dos cacabelenses de la misma edad, 86 años.
Amelia tambien pertenecía a una familia bien numerosa, aunque en este caso fue ella quien engendró once hijos.
Su marido, Andrés el Quisquilís, ya hace años que falleció. Desde que yo recuerdo, siempre vivieron en el Campelín. Aún hoy sus hijos, a pesar de residir en otros lugares, acuden puntualmente a la celebración del día de Santa Isabel, patrona de aquel barrio.
Mérito tuvo, junto con su difunto Andrés, sacar adelante a su familia en tiempos tan difíciles.El duro trabajo y el sacrificio personal ganaron la partida. 
D.E.P.

R.I.P. Jesús González Álvarez

El Señor Jesús pertenecía a una prolífica familia de Espanillo. Se estableció en Cacabelos desde hace años, igual que varios de sus hermanos. Muchos le conoceríais por su profesión, losero, que siguió ejerciendo hasta hace pocos años. Dotado de una agilidad envidiable y de un gran espiritu trabajador se mantuvo en activo apenas hasta el final de sus días. Aún no hace mucho tiempo que él solo se atrevía a reconstruir una vieja casa en su pueblo natal, pueblo que visitaba con muchísima frecuencia.
D.E.P.