viernes, 18 de febrero de 2011

Una habanera para el anís “Guerra”


De sobra es conocida por todos, incluidos los más jóvenes, la importancia lograda por las famosas y tristemente desaparecidas Bodegas Guerra de Cacabelos. En la actualidad llevan su nombre unos vinos de semicrianza y de crianza comercializados por la Cooperativa Vinos del Bierzo.
Una labor pendiente para los especialistas sería escribir la historia de estas bodegas.
En sus instalaciones se elaboraban gran variedad de vinos y otras bebidas alcohólicas(ponche, anís, licores de hierbas, etc.). Corría el año 1946 cuando la empresa lanzó una campaña publicitaria de su anís “Bergidum”. Ésta incluía material impreso(dípticos, calendarios, etc.) y una canción para emitir en las emisoras de radio, una habanera de cuatro estrofas:
El Anís “BERGIDUM” GUERRA
ha nacido bajo el sol
que da su luz a la tierra
de todo el pueblo español.
Bébalo usted, bébalo usted
si quiere felicidad.
Fino anís “BERGIDUM” GUERRA
es marca de calidad.
Es suave y fino licor
y dueño de quien lo prueba
por su néctar delicioso
de finísima solera.
Bébalo usted, bébalo usted
si quiere felicidad.
Fino anís “BERGIDUM” GUERRA
es marca de calidad.
Intentad templar las cuerdas vocales con el renombrado anís(si lo hubiera) y comenzad a entonar esta habanera tan peculiar.

Siguen las denuncias

El Tribunal de Cuentas investiga ahora los presupuestos del 2007 y del 2008 ( Diario de León - 18/02/2011 )
IU dice que el PSOE usa como oficina electoral el consistorio ( Diario de León - 18/02/2011 )

lunes, 14 de febrero de 2011

Muere la benefactora de los magnolios de la Plaza

No, no es una noticia actual. Su fallecimiento ocurrió en mayo de 1940.
Cuando hace pocos días os contaba el origen de los magnolios de la Plaza, imaginaba la gran importancia que debió tener el interés de Celia Rodríguez para hacerlos llegar a nuestro pueblo y que crecieran solemnes frente a su domicilio familiar. Ahora descubro, gracias al recordatorio de su defunción, que bien poco pudo ella disfrutar de los emblemáticos árboles. Si se plantaron en 1939 y Celia murío en 1940, quizá ni tuvo tiempo de contemplarlos desde los balcones de su casa materna, como, pensamos, era su deseo.