viernes, 12 de marzo de 2021

R.I.P. María Vega del Olmo Fernández

 

María Vega conservó toda su vida su natal acento riojano y la buena mano en la cocina. Cómo olvidar los exquistos mejillones que, junto a su marido, preparaban en el bar Quesiños de la calle Carnicerías.

jueves, 11 de marzo de 2021

En el M.AR.CA. se vivirán las aventuras del Señor Cornatel en el lago de Carucedo

 


El taller temático del próximo sábado en el Museo Arqueológico es toda una aventura. Se adentrará en las mágicas leyendas escondidas bajo las aguas del lago de Carucedo. Unas leyendas que surgirán de sus aguas y contarán las aventuras vividas por el Señor de Cornatel.

Este será el segundo viaje por la Edad Media que organizan los talleres del M.AR.CA.

Habrá dos grupos en horario 16:00h (Primer grupo) - 17:00h (Segundo grupo) con protocolo anti-covid19.

Inscripciones ya abiertas: 987 54 69 93

La Biblioteca Municipal vuelve a ser noticia en la revista internacional “Mi Biblioteca”

Portada de la revista

Fue hace poco más de un año cuando “Mi Biblioteca”- la publicación de referencia en habla hispana para los bibliotecarios- fijaba sus ojos en las actividades que se habían desarrollado durante el verano de 2020 en la Biblioteca Municipal.

De nuevo la prestigiosa revista publica en su último número y en las cuatro páginas centrales un reportaje dedicado a la de Cacabelos. Es Fernando S. Pita, su bibliotecario, quien cuenta y explica el valor de las bibliotecas en los entornos rurales y sobre las posibilidades de éstas. Fernando es un convencido total, y así lo viene demostrando, del valor y capacidad de acción de las bibliotecas públicas sobre nuestras comunidades.  

La revista dedica las cuatro páginas centrales a la Biblioteca de Cacabelos

Fernando se muestra contento con la publicación ya que  considera que este tipo de publicaciones tienen una cobertura internacional, donde siempre se otorga un protagonismo especial a las grandes bibliotecas, aquellas de mayor capacidad y, por lo general, situadas en poblaciones grandes. Este tipo de artículos son nuestro aporte para demostrar (con hechos) que la capacidad de acción en las bibliotecas rurales no se merma, simplemente se adapta al entorno y a las circunstancias, manteniendo el compromiso y la vocación de servicio público.

 

Talleres de primavera en el Centro Cívico de Quilós

 


miércoles, 10 de marzo de 2021

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CDLIII)

 


UNA PEQUEÑA AVENTURA EN LEON

Por Antonio Esteban

Todos los años llegaban a las parroquias de El Bierzo captadores de vocaciones  –voy a llamarlos así-  que trataban de llevar a sus colegios a los niños   para que en un  futuro fuesen sacerdotes  y sembrasen la fe. A Cacabelos también llegaron como a Toral en donde un canónigo nos invitó a los monaguillos de don Francisco Iglesias, el párroco, a comer en la “Fonda Regueiro” para conocer si teníamos vocación sacerdotal. ¡Qué sabíamos nosotros qué era tener vocación¡ Yo, desde   luego, no la tenía.  Me gustaba el cine porque había un actor   -Freddie Bartholomew-   que se parecía a mi   -o yo a él-  en una película titulada Capitanes intrépidos. Y me gustaba jugar al fútbol vistiendo una camisola del Valencia, regalo de un viajante de Elda que se llamaba Jaime Artazcoz. Por aquel entonces, el Valencia estaba de moda y conocíamos, de memoria, la delantera “che”: Epi, Igoa, Mundo, Asensi y Gorostiza. Y también -lo confieso-  me gustaba una niñasrubias, con trencitas y falda escocesa, a cuadros, pero tuve que irme al seminario de Astorga con un regusto amargo en la boca por dejar en Toral a María Jesús.  Allí, por cierto, coincidí   con Emilio Gallardo, “Milán”, de Cacabelos. Y, repito, no tenía vocación Y eso mismo, supongo, es lo que les ocurrió a los mocitos de la foto -Paco Yebra, Pepe Santos, Juanjo, Pepe, el “Poso”, Luso, Andrés, el “Poso”, Carlos Manuel, Lolo y Pepe. Aquí, a Cacabelos, había venido un jesuita de León, que los reclutó, a mediados de los años cincuenta, y allí, en el Colegio, se dejaron fotografiar. Ninguno, por lo visto, tenía vocación y regresaron a Cacabelos. Eso es lo que ganamos, ya que en caso contrario, por ejemplo, no nos hubiésemos entusiasmado con el fútbol que llevaba Luso en sus botas porque Luso tenía , en el pie izquierdo  -me lo dijo Moncho Lamelo su entrenador,  en Lugo-  un guante-  . Seguramente les gustará a todos ellos ver cómo eran hace un montón de años, así que ahí los tienen. Disfruten de la fotografía.