Pepe Couceiro, en el centro, con la Delegada de la Junta de Castilla-La Mancha y el presidente de las cooperativas |
Los agricultores de Castilla-La Mancha a través de las
Cooperativas Agro-Alimentarias han premiado a José Francisco Couceiro López con
la medalla de oro por su trabajo de investigación de cultivos alternativos (el pistacho) a
los tradicionales en esa región.
En un acto celebrado ayer en Alcázar de San Juan el
cacabelense recibió la medalla y el diploma de manos de la Delegada de la Junta
en Ciudad Real y del Presidente de las Cooperativas Agro-Alimentarias. En principio se
esperaba la presencia del Presidente, Emiliano García-Page, pero las actuales
circunstancias políticas que padece el país, obligaron a esta autoridad a
desplazarse a Madrid.
En la noticia, además de las fotografías, se incluye el
enlace a un vídeo del acto de entrega y el texto de la intervención de Pepe
tras recibir la medalla.
Pepe, con el resto de los premiados y autoridades |
Intervención de Pepe tras recibir la medalla:
UN
VIAJE PERFECTO
Un extraño viento del
destino me llevó, allá por el año 1986, desde mi Cacabelos natal, un entrañable
pueblo situado en el corazón del Bierzo, hasta Ciudad Real. Nada más llegar a
estas tierras y sin saber cómo ni por qué (¿quizá el destino?) se me concedió una
beca que el entonces Servicio de Investigación Agraria de la Consejería de
Agricultura ofertó en el boletín oficial de la región y que llevaba por título:
Búsqueda de Cultivos Alternativos para
Castilla La Mancha. Aunque las probabilidades de encontrar un cultivo
alternativo eran como dar con una aguja
en un pajar, quizá por nuestra candidez nunca dudamos en conseguirlo. En
poco más de un lustro, en la espesura de la selva de datos que hasta ese
momento habíamos ido recopilando año tras año, comenzó a abrirse una senda y comenzamos
a creer en aquel cultivo que reunía los duros requisitos que inicialmente le
habíamos impuesto. Habíamos encontrado la aguja, habíamos dado con el pistacho.
Nada de este proyecto
hubiera sido realidad sin un grupo de amigos investigadores llenos de ilusión, humildad
y capacidad de trabajar en equipo. Es obligado por mi parte mencionar a Julián
Guerrero en representación del equipo inicial y a María Jesús Cabello del
actual. Todos ellos excelentes compañeros que contribuyeron a dar el impulso
que este cultivo necesitaba para su consolidación definitiva.
Sin el apoyo inicial de
la Junta de Comunidades y el Servicio de Investigación (actual IRIAF) de la
Consejería de Agricultura tampoco habría podido estar en este atril.
Un trabajo complicado ha
finalizado, disponemos de un cultivo de elevada rentabilidad, pero el camino
que se presenta no está sembrado de rosas. El sector deberá estar unido a todos
los niveles si quiere afrontar con éxito los difíciles retos que
inexorablemente se presentarán de forma inmediata.
Me gustaría dedicar esta
insignia a mi mujer Marina y a mis hijos Nacho, Sergio y Clara, sin ellos no
hubiera tenido la estabilidad emocional necesaria para mantener la misma
ilusión a lo largo de estos 32 años.
Deseo deciros a todos los
agricultores que ha sido un verdadero honor haber podido dedicar toda una vida
a buscar soluciones para mejorar la vuestra y haberlo logrado, una alegría difícil
de describir.
Mi más sincero
agradecimiento a Cooperativas Agroalimentarias de Castilla La Mancha por
haberme concedido este reconocimiento que para mí pequeño mundo ha sido un verdadero
revulsivo moral sin precedentes. MUCHAS GRACIAS A TODOS!!!
Gracias Carlos, por haber dado testimonio una vez más, de los incuestionables méritos profesionales de Pepe.
ResponderEliminarPara mí, como amigo suyo que soy, es un auténtico orgullo, como también creo que lo será para el resto de cacabelenses.
Un abrazo.
Toño Alija.