Los restos de la sardina flotando sobre las andas en el Cúa |
Apenas hace unas horas una marabunta desconsolada lloraba la
muerte de la sardina y acompañaba sus restos entre lágrimas y lamentos. El
sepelio de la finada culminaba arrojando su cuerpo a las aguas del Cúa y
oyéndose un terrible clamor de despedida.
Poco duró el duelo. La noche recobró la alegría en la Plaza
Mayor dando buena cuenta plañideros y plañideras de las sardinas asadas.
Y ahora ahí está sola y abandonada. Sus cenizas varadas al lado del puente sin un alma caritativa que las llore y esperando que la corriente
del río las arrastre hacia su último destino.
¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
Copla XVII. Coplas a la muerte de su padre. Jorge Manrique.
que bonita copla de jorge Manrique...cualquier tiempo pasado fue mejor
ResponderEliminarEsa sardina era la de los piratas.que grandes son.un saludo carlitos
ResponderEliminarCarlos, precioso el texto elegido de las coplas a la muerte de su padre, de Manrique. Gracias, una vez más, por tu estupendo blog y por contarnos los "dimes y diretes" del pueblo; a los que estamos lejos nos haces sentir más cerca. Un abrazo, Elena
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