Carta de despedida del PP a don Jesús, párroco de Cacabelos

 

Don Jesús Álvarez, párroco de Cacabelos durante mas de 20 años

Este domingo don Jesús oficiará la última misa como párroco de Cacabelos. De todos es sabido su próximo traslado a la parroquia del Barco de Valdeorras.

El PP de Cacabelos ha hecho pública la siguiente carta de despedida:

HASTA SIEMPRE, D. JESÚS ÁLVAREZ,

EL RESTAURADOR

En primer lugar, todos los militantes, simpatizantes y amigos del Partido Popular de Cacabelos queremos felicitar a nuestro muy querido Párroco, Jesús Álvarez, por el merecido ascenso en su camino sacerdotal. Cuando su nuevo destino es ocupar la 3ªParroquia más importante de la Diócesis de Astorga, no podemos por menos que felicitarle ante este nuevo reconocimiento a los méritos de su trayectoria.

Pero después de 21 años de intensa convivencia, queremos recapitular a modo de reconocimiento y agradecimiento, la profunda huella que su ministerio, su carisma y su personalidad ha dejado en la totalidad de nuestros vecinos y feligreses. Al margen de las creencias de cada uno de nosotros y muy particularmente entre los miembros de sus parroquias: TODOS LE RECONOCEMOS SU CARISMA RESTAURADOR.

En primer lugar, todos deberíamos agradecerle su intensa labor y su implicación personal en la restauración de TODO NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO RELIGIOSO que es de todos, no solo de los creyentes. Iglesia tras iglesia, santuario o ermita y, por supuesto, todas las obras de arte e imágenes de sus parroquias, todas, las ha rehabilitado, puesto en valor, restaurado y enriquecido; que lo logró con la ayuda de muchos, efectivamente, pero a él no le hizo la boca un cura: él fue el cura que pedía en beneficio de todos, de Madrid a Valladolid, pasando por León o Astorga y acabando entre sus parroquianos. Él fue el cura que se ponía al frente de las obras y no le dolían prendas en calzarse el mono de trabajo para arrimar el hombro en lo que hacía falta para restaurar un patrimonio artístico que encontró ruinoso y muy deteriorado. GRACIAS JESÚS.

También debemos agradecerle encarecidamente su ingente trabajo en la restauración de NUESTRAS TRADICIONES, en muchos casos perdidas, como la Semana Santa. No solo la retomó sino que la potenció exponencialmente, la enriqueció con la adquisición de nuevos pasos procesionales y la consolidó tutelando la creación de la Cofradía del Santo Cristo de La Plaza y Nuestra Señora de Las Angustias. Y en muy pocos años nuestra desaparecida Semana Santa adquirió un creciente interés turístico en La Comarca, además del evidente valor devocional. GRACIAS JESÚS.

No podemos olvidar su callado pero importantísimo trabajo en la restauración, incluso la reinvención de la vertiente caritativa y solidaria de la Parroquia: además de atender siempre las acuciantes necesidades vitales de quienes llamaban a su puerta, en los momentos más asfixiantes de la crisis económica, inauguró, de la mano de Caritas Parroquial, el Banco de Alimentos del Bierzo en Cacabelos que tanta solidaridad repartió bajo su implicación personal con la inacabable generosidad que también lo caracteriza. GRACIAS JESÚS.

Ya en el estricto sentido religioso, reconocemos su restauración del ministerio, del ceremonial, de la liturgia en la Parroquia, con un incansable ímpetu para hacer de todos estos aspectos un arma para aproximar a la Iglesia, a la Fe, al mayor número de fieles cada día. Permanecerán en nuestra memoria como vestía las iglesias, como adornaba retablos, como lucían nuestras imágenes y pasos con su buen hacer. Sobretodo resaltamos su dedicación a los niños y a los más jóvenes con los que se volcaba desde la cercanía y el cariño, implicándolos en la celebración de los actos litúrgicos en los que los convertía en protagonistas. GRACIAS JESÚS.

Por todo esto y mucho más que nos quedará en el tintero, pero no en el olvido: después de tantos años de convivencia, de proximidad, de amistad en muchos casos y de cercanía casi familiar en otros, hoy -nos debes perdonar- NOS SENTIMOS UN POCO HUÉRFANOS. Tu impronta imborrable nos deja tristes, desconcertados y expectantes. Nos habíamos acostumbrado a tu vecindad, a tu personalidad (controvertida por momentos), a tu carisma sacerdotal, a tu magisterio y a tu apostolado…. E indudablemente los habíamos hecho nuestros …PARA SIEMPRE.

No solo nos deja un Padre Espiritual, nos deja un amigo y una piedra angular de nuestra comunidad que ha conseguido con sus obras, en el sentido más amplio de la palabra, RESTAURAR TAMBIÉN NUESTROS CORAZONES, en mayor o menor medida. En el final de esta etapa de tu ministerio sacerdotal en Cacabelos solo nos queda repetirte que ESTA SERÁ SIEMPRE TU CASA, pero no como fórmula dicha de compromiso, sino porque día tras día entre nosotros te la has ganado.

Suerte y fuerza en tu nuevo destino: que Dios te bendiga y que la Virgen de Las Angustias te acompañe siempre. GRACIAS JESÚS.

Adolfo Canedo Cascallana

Partido Popular de Cacabelos