miércoles, 26 de junio de 2019

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCCLVII)


De derecha a izquierda: Kiko, el marido de Tila la de don Santos; a Pajuela, a Josefa, la de “Marchena”; a Gelo, el de Berta; a Miguel Prieto; a la “Nena”, madre de Dori; a Gelines, hermana de Zalo; a Luís García Vega, profesor de Universidad; a Varito Morete; a Toño, hermano de Carlos y de Mery; y a Pepe Uría.

MISACANTANO
Por Antonio Esteban
 
Definitivamente, no me gusta la palabra misacantano. No tiene un sonido eufónico, pero está admitida por la Academia de la Lengua y lo acepto.

 Y, hablando de misacantanos -curas o religiosos que cantaban su primera misa en el pueblo que los había visto nacer-   tengo que decir que extraño a los curas de antes que rezaban la misa en latín -los curas de antes sabían latín- y, en los bautizos, con voz recia, le gritaban al bautizando: “Abrenuntias Satana?  Y,nosotros, los monaguillos respondíamos con voz pretendidamente cavernosa: Abrenuntio. O sea, que le preguntaba si renunciaba a Satanás y a sus pompas y vanidades y como el neófito no sabía responder y los padrinos no entendían el lenguaje, por ellos, respondíamos nosotros, sin saber lo que respondíamos, que, sí, que el niño si renunciaba.

Aquellos, con perdón, sí que eran curas: vendían bulas en Cuaresma; imponían, a veces, penitencias terribles y hasta me atrevería a decir que creían en Dios. Eran curas por vocación, aunque a mí, uno, me dijo, una vez, que entre ir detrás de un arado en el Páramo o decir Misa, prefería lo segundo. Hoy, que todo está tan mercantilizado, el cura es un profesional de la Religión que cobra un salario.

La foto de esta semana nos muestra el banquete al que asistieron los amigos del misacantano Zalo, cuñado de Erundino. Vemos, de derecha a izquierda, a Kiko, el marido de Tila la de don Santos; a Pajuela, a Josefa, la de “Marchena”; a Gelo, el de Berta; a Miguel Prieto; a la “Nena”, madre de Dori; a Gelines, hermana de Zalo; a Luís, profesor de Universidad; a Varito Morete; a Toño, hermano de Carlos y de Mery; y a Pepe Uría.

Desgraciadamente para la Iglesia todo aquello que celebraban quedó en agua de borrajas. Gonzalo cantó misa. La celebró con unción, pero un día colgó los hábitos.
 Hoy queda, sencillamente, un recuerdo: esta foto.

2 comentarios :

  1. Desde Uruguay, donde reside, me envía el siguiente comentario Antonio Fernández:
    Hola Carlos. Mándame un poco de calor que ahora se me necesita. Estaba mirando la foto que publicaste hoy y tengo grandes dudas.Al parecer soy yo pero no tengo ni idea cuando cuando fue hecha.En la misa De Gonzalo yo no estaba.Desde que el se fue con los dominicos y yo con los jesuitas y después con los palottinos,nunca más nos hemos visto, en las vacaciones no hemos coincidido.Esta foto me parece que fue hacia el año 58 cuando vine de Alemania por la muerte de mi padre
    Pero no estoy nada seguro.Un abrazo y hasta pronto

    ResponderEliminar
  2. Antonio Esteban, autor del texto que acompaña a la fotografía, se ha puesto en contacto con el blog para manifestar que la información sobre la imagen se la aportón Dora Pol.

    ResponderEliminar