martes, 28 de marzo de 2017

Cierra uno de los comercios más emblemáticos de Cacabelos: Calzados Carballo “La Carretona”




Con el cierre de Calzados Carballo “La Carretona” Cacabelos en general y la Plaza Mayor en particular pierden uno de los comercios más emblemáticos de los últimos setenta años.
Varias generaciones de cacabelenses y de pueblos de la zona se calzaron en ese establecimiento que dirigieron Antonio Carballo García y su mujer Celia González Puerto. Era este un matrimonio que complementaban sus personalidades a la perfección a la hora de atender al cliente: la de Celia, acompañada por su amabilidad, dulzura y paciencia, se sumaba la aparente seriedad de Antonio que destilaba socarronería e ironía. Son varias y muy divertidas las anécdotas suyas que se cuentan.
Fue este un comercio en el que, creo recordar, trabajaron hasta tres empleadas a la vez.  Conchi Vázquez ha estado al cargo los últimos años, incluso después del fallecimiento de Antonio y Celia, manteniendo la amabilidad y seriedad –Precio fijo anunciaba un letrero del interior-, emblemas de la casa.  Se abastecía de un gran almacén situado en la calle Santos Rubio y contaba con un viajante –hoy se llamaría delegado comercial- que se encargaba de visitar a clientes de la provincia y otras limítrofes.
Imagen de 2016. La liquidación total anuncia el cierre
Seguramente muchos recordaréis con cierta nostalgia las botas Gorila que adquiríamos allí y la pelota de goma de regalo que acompañaba a cada par. Y quizá también tendréis en la memoria unas pegatinas anunciando en los cristales de la puerta un calzado o medias ASTA. Censurábamos en la niñez lo que nos parecía una falta de ortografía: don Marcelino nos había enseñado que la preposición hasta siempre se escribe con h.  
Anuncio en el programa de Pascua de 1941

Calzados Carballo era el nombre oficial al que se le añadía “La Carretona”, apodo heredado del abuelo, Ángel García, un gallego que después de recorrer cientos de ferias en una carreta (una carretona) cargada de hilos, bramantes, botones… se aposentó en Cacabelos.
Poco a poco el paseo por los soportales de la Plaza Mayor ha dejado de ser aquel que conocimos desde la niñez. Uno tras otro han ido echando el candado los comercios de “toda la vida”. En esos mismos que ahora quedan huérfanos de la zapatería, se sucedían por un lado la frutería de Pili Folgueral, la droguería de Rafael, los comestibles de Maruja la de Carín, Herminio y, ya en la esquina, Amanda. Por el otro lado y después de Cruz estuvo la ferretería de Manuel Ovalle que mantuvieron abierta sus hijas hasta la jubilación.
Ahora llega al menos una buena noticia. En los próximos días se abrirán de nuevo las puertas de esta última –ferretería Ovallle- con el traslado a ese local de Bicibelos.


 Las estanterías repletas en otras épocas, fueron vaciándose en los últimos meses.

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