AQUELLOS
AÑOS CINCUENTA…
Antonio Esteban González
Aquellos
años cincuenta fueron años felices para quienes eran felices con pocas cosas y
fueron años tristes para muchos: para los pobres de mil caminos caminados con
alpargatas de esparto que pedían por amor a Dios una limosna o una taza de
caldo o un mendrugo de pan porque el hambre, señora, es dura y llevo días sin
comer o si tiene ropa de algún difunto que se haya muerto yo sabré respetarlo,
le decía a mi madre, ya que, cuando alguien se moría en alguna casa, al día siguiente al entierro, se quemaba la ropa. La
vida era así en aquellos años Esta
foto, al dorso, delante de los molinos, dice que fue obtenida en mil
novecientos cincuenta.
Afortunadamente
nos quedan fotografías como la que publicamos esta semana, fotografías entrañables
que nos recuerdan aquellos años de miedos y miseria y unos paisajes, sin
embargo, que casi son los mismos
paisajes de hoy.
Y ahí tienen
a Tito, o sea, a Indalecio, panadero,
rodeado de mozas: Julita, que vive en Ponferrada, Nila, su hermana ya fallecida
y Ceta -a la que algunos llaman Nice:
Aniceta, las tres hermanas
Garrido y a Raquel -Quelo- hoy en Barcelona e hija de don Gregorio Prada
y a Lita Quindós, sentada en la barandilla del puente y, al fondo, un
carro -que no era el carro de Manolo
Escobar quien, por aquellos años aún no había comprado carro y, por lo tanto,
no podía haberlo perdido.
Sabemos qué
ha sido de las mozas y del mozo que aparecen en la foto pero ¿qué habrá sido
del carro…?.
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