Claudia es una alumna del IES Bergidum Flavium de Cacabelos.
Ha venido realizando y realiza sus estudios en nuestro pueblo; primero
en el Colegio “Virgen de la Quinta
Angustia” donde cursó Primaria y posteriormente en el Instituto donde en la actualidad se enfrenta al Bachiller.
Además de ser lo que comúnmente conocemos como una buena
estudiante, participa en la mayoría de las actividades extraescolares que
en su centro educativo se programan. No hay acto festivo que en él se realice,
donde no suba al escenario Claudia con sus monólogos llenos de humor y de fino
sarcasmo. El curso pasado, junto con otros cuatro compañeros, se alzó con el
Primer Premio del Festival de Cortos
que promueve su Instituto.
A nivel personal, comprometida con el mundo que le ha tocado
vivir, participa también activamente con asociaciones juveniles desde las que
lucha por conseguir una sociedad más justa.
Hoy se asoma a esta ventana para hacer ofrecernos sus
impresiones sobre la enseñanza en nuestro pueblo y lanzar un grito a favor de
la misma.
EDUCACIÓN
EN CACABELOS:
¿CÓMO LA VE UN ESTUDIANTE?
¡Por fin se acabó el colegio!
Allí estuvimos, en el CP. Virgen de la V Angustia, desde
los 3 hasta los 12 años. Aprendimos, jugamos, hicimos amigos y conocimos como
eran los distintos profesores. ‘Fulanito siempre pregunto eso en los exámenes’
decíamos, ‘Menganito es muy malo y Pepito es el más majo’.
Los conocíamos a todos y, aunque había riñas, nos
llevábamos bien ente los alumnos y los ‘profes’. Pero entonces, cuando estabas
en el tu momento de gloria, habías llegado a 6º, estabas en el piso de arriba,
eras del grupo de ‘los mayores’… entonces era cuando se acababa el curso y,
después de tantos años esperando a ser del grupo de los mayores, tocaba cambiar
a otro cole en el que serías de los pequeños.
Tanto tiempo esperando y ahora te tenías que ir al cole de
los grandes, al Instituto.
¡El instituto por primera vez!
Y lo que pasaba era: te graduabas, cantabas en la función
de verano como un chic@ mayor y… Y te pasabas todo el verano pensando cómo sería
el instituto. Tenías curiosidad, intriga, incluso algo de miedo por cómo sería.
Y entonces pasaba, llegaba Septiembre y tu madre te mandaba acostarte un poco
antes para ir ‘cogiendo el ritmo’, te mandaba colocar el material y revisar los
libros, ponerles el nombre y buscar la mochila para poder lavarla.
Y después de tenerlo todo listo llegaba, por fin, el
primer día de clase. Llegabas a la puerta del instituto y veías a un grupo de
60 niños y 60 madres esperar a que abrieran. ¡Qué grande era aquello! ¡Cuánta
gente!
Después de enseñarte cual era tu clase y tus profesores,
un grupo de señores que tenían pinta de ser los malos de una película de
terror, te empezaban a decir el material que necesitabas y ala, ya tenías
deberes para la tarde: Ir con un carrito enorme del ‘Familia’ a buscar la
enorme cantidad de material que te habían pedido.
Pero siempre llega la rutina…
La intriga y la curiosidad del instituto se pasan pasado
el primer mes. Entonces vuelves a la rutina de ser el pequeño en busca de tu
lugar en ‘el grupo de los mayores’, para el que tendrás que estar esperando
otros seis eternos años de levantarte a las 7:30, ir 6 horas a clase, comer,
hacer deberes, estudiar… pero siempre había un hueco para ir a comprar unas
gominotas e ir a jugar al patio con los amigos.
Al entrar en primero conocías a otros niñ@s de pueblos
cercanos y haces muchos nuevos amig@s, pero también conoces a muchos
profesores… Pero de estos individuos del saber hablaremos luego.
Son seis años los que tienes que pasar en ese edificio
lleno de pasillos, clases, mesas, sillas, pizarras,… Aprendes tantas cosas que
ya no sabes ni lo que aprendes. Sólo te acuerdas de que Menganito pone los
exámenes de esta manera, Pepito es el enrollado, Fulanita hace esto y aquello…
Y, por supuesto, te aprendes todos y cada uno de los motes de los profesores, y
si viene alguno nuevo, le buscas alguno tú.
Algunos amigos se van quedando atrás y repitiendo y otros
nuevos van apareciendo; pero al llegar a 4º hay una separación importante…
¡llega bachillerato!
¿Bachillerato? Sí señores, dos años más de instituto,
optativos, que acabaran con la selectividad y con los que podrás acceder a la
Universidad. Y claro, al ser optativo, no todos lo hacen. Son los dos cursos
más difíciles del Instituto, pero una vez en bachillerato… Da igual que sea en
1º o en 2º… ¡Ya estás en el grupo de los mayores otra vez! Pero ahora te toca
estudiar mucho más.
Esos extraños individuos del
saber:
Esta es su sección, aquí hablaré de la amplia gama de
profesores que están o han estado en el IES. Bergidum Flavium de Cacabelos.
Algunos son más conocidos y otros menos, algunos no me han dado clase y otros
varias veces; por ello diré, de cada uno, lo que conozco:
-Gimnasia: desde el
principio de los tiempos de este instituto solo ha habido 2 profesores de
gimnasia: Manolo y Mª Jesús.
- Lengua: Ángela
(jubilada), Amelia (jubilada), Julia, Jose Luis, Pedro,…
-Matemáticas: Maite
(jubilada), Jose Luis (jubilado), Antonio, Carolina, Noeli (estuvo solo un
tiempo), Soraya (estuvo sustituyendo), Manolo.
-Historia: Andrade, Chema,
Teo (Fallecido), Manolo (jubilado).
-Naturales (biología y
geología): Emilio, Ruth (estuvo un tiempo), Yolanda (hubo dos, estuvieron
un tiempo), Vizcay.
-Inglés: Manuela, Maite,
Pilar, Ana (ya no está).
-Física y química: Manuel,
Enrique (estuvo un tiempo), Patricia (nueva este año).
-Plástica y Dibujo Técnico:
Alfonso, Elena.
-Tecnología: Andrés,
Mercedes.
-Filosofía: Xavi. -Música: JC, Ana.
-Otros: Luis (latín),
Itziar (orientadora),… Y muchos otros que, ahora mismo, no me acuerdo o me
olvido.
¿Y al final qué?
Y al final de todo esto: tres años de parvulario, 6 de
colegio, 4 de ESO, y 2 de bachillerato… Has pasado, desde que tenías 3 años, 15
años de tu vida estudiando cosas de las que igual no te acuerdas ni de la mitad,
pero has aprendido lo que es la vida, a respetar a tus compañeros y profesores,
a estudiar y ordenar tus pensamientos (gracias al loco de Xavi...), y has
aprendido más de lo que tu piensas.
Son 15 años de
rutina que te preparan para la vida que te espera. Son 15 años en los que no se
puede escatimar en recursos para hacer que todas las personas tengan igualdades
para la educación.
Y ahora le digo,
señores del Gobierno, que si ustedes hubieran aprovechado mejor estos 15 años
no estarían recortando en educación, porque la educación es de todos y para
todos; y ya ustedes pudieron tenerla y no la aprovecharon correctamente, dejen
que la aprovechemos nosotros.
Claudia González
Claudia González
increible con lo que nunca se podra sera contra la creatividad
ResponderEliminarAgradezco mucho a Carlos por dejar que me cuele en su blog para poder dar información desde otro punto de vista.
ResponderEliminarMuchas gracias y para cualquier otra cosa aquí estoy.
Un saludo :)
Olé Claudia!
ResponderEliminarEstupenda intervención!
ResponderEliminarY por desgracia a pesar de todos esos años, en la universidad la gran mayoría de alumnos no sabe construir un simple párrafo en inglés ni desde luego asistir a una conferencia...
Quen leccion de humildad por alguien tan joven.....
ResponderEliminarCada vez me siento mas orgullosa de ser de Cacabelos y ver que desde las palabres de Carlos o la de una joven Claudia muchos siguen teniendo los pies en la tierra y la cabeza amueblada....
Mucha suerte Claudia y que el futuro te ofrezca lo que realmente mereces....no esperes que los mayores o políticos arreglen nada....con tu esfuerzo llegaras allí donde te propongas y serás.....estoy segura....un gran ejemplo a seguir....
Ah¡¡¡¡ y por supuesto la mejor bombera de nuestra banda de cornetas y tambores...