Emma sueña y nos hace soñar

Emma durante esta vacaciones en Cacabelos

El pesimismo parece haber enraizado en todos nosotros. En cualquier charla, por informal que sea, surge siempre la temida palabra crisis. Incluso entre los más pequeños también se ha extendido ya su uso. Hace pocas horas pudimos oír a una niña clamar a grito pelado en televisión dirigiéndose a los Reyes Magos para que, a pesar de la crisis, no se olvidaran de dejar algún regalo en su balcón.

Es preciso no ver todo el panorama negro. Siempre puede aparecer algún horizonte despejado que permita crear  nuevas ilusiones. Y es la gente joven la más reacia a caer bajo ese pesimismo que parece querernos ahogar.

Joven, muy joven, es Mª Emma López Crespo. Emma es un claro ejemplo de esa juventud luchadora y soñadora. Su fuerza física, que la tiene y mucha , unida a su fuerza mental configuran dos  poderosos baluartes que sustentan sus sueños.

Ha regresado a Cacabelos para pasar estas jornadas navideñas en compañía de su familia y amigos. Es el primer curso que está pasando fuera de su casa porque desde septiembre forma parte de los atletas  becados en la Residencia Joaquín Blume de Madrid.

Un café en su compañía y en la de su hermano Juan es la excusa perfecta para conocer un poco más a Emma y acercarla  a los lectores de este cuaderno .

No es muy corriente la práctica femenina de la halterofilia, aunque en el Bierzo desde luego sí contamos ya con una larga lista de laureadas halteras: Mª José Tocino, María de la Puente, Macarena Álvarez, Lidia Valentín y, entre las más jóvenes, nuestra Emma.

- ¿Cuándo y por qué iniciaste esta disciplina deportiva?

- Desde pequeña me gustó hacer deporte. También me gustaba la natación. Mi padre también hacía halterofilia y a mí me gustaba. Empecé a los diez años, iba con él a entrenar a Camponaraya.

Su padre, Juan José, es hijo del fallecido Abraham López, más conocido en Cacabelos por Ramos y dedicado durante algunos años al transporte de carbón y otras mercancías. 

-El curso pasado finalizaste la ESO en el Instituto de Cacabelos, muy bien por cierto. Logras una de las doce becas a nivel nacional de la Federación Española de Halterofilia y te trasladas a Madrid a la mítica Residencia Joaquín Blume, cuna de una gran parte de atletas españoles.

Emma recibe el homenaje de Profesores y Alumnos del Instituto de Cacabelos

- Podía haber ido ya antes. Ya quise ir  antes de hacer cuarto de ESO, pero mis padres no me dejaron.

No es fácil adaptarse a un nuevo y exigente régimen de vida siendo tan joven y lejos de la familia.

- ¿Fueron difíciles los primeros días en Madrid?

- Un poco sí, extrañas a la familia, a los amigos, la comida de mi madre. También en los estudios noté el cambio de los profesores del Instituto de Cacabelos a los de allí. Pero ahora me encuentro muy bien.

-¿Te costó hacer nuevas amistades?

- No, a mi compañera de habitación la conocía ya de haber coincidido en competiciones por España. También está allí Lidia Valentín.

-Desde luego los bercianos tenéis peso específico en la Blume.

- Sí, además el responsable es Matías Fernández. Matías es en la actualidad Seleccionador Nacional de Halterofilia, nació en nuestro vecino Quilós y batió todos los récords nacionales de su categoría en sus tiempos de competición.

La Residencia Blume acoge a deportistas de élite que deben superar muchas horas de intensos entrenamientos y continuar con sus estudios. Apenas hay tiempo para el ocio, los horarios son muy rígidos, incluso se controla la alimentación.

- Comemos muy bien, de todo, pero sí que en la dieta hay más abundancia de hidratos de carbono.

- Cuéntales a tus amigos y excompañeros del Instituto cómo es tu horario semanal. Quizá recapaciten y se den cuenta de todo lo que se puede hacer aprovechando el tiempo.

- Nos levantamos temprano para estar en clase a las ocho. A las once iniciamos el entrenamiento de la mañana hasta la una y media.

   Por la tarde volvemos a tener clase desde las tres hasta las cinco y media. A continuación realizamos el entrenamiento de la tarde que dura hasta las ocho. Cenamos y nos ponemos a estudiar y a hacer los deberes.

  El sábado por la mañana tenemos un entrenamiento desde las diez hasta la una y media. Las tardes de los  sábados  y los domingos son libres. Bueno, si no hay competición.

En esta charla  con Emma surge el recuerdo de  su pertenencia a la Cofradía del Santo Cristo de la Plaza y Virgen de las Angustias y su participación como costalera en las diversas procesiones organizadas por la Parroquia. Y, como no, la curiosidad por conocer sus intereses de cara al futuro, aparte de los deportivos obviamente.

Una costalera de élite para la Virgen de la Quinta Angustia.Emma es la tercera por la derecha

- Me gustaría estudiar Ciencias de la Educación Física y Fisioterapia que en algunos sitios se puede estudiar conjuntamente.

Dentro de unos años, después de haber alcanzado los  grandes éxitos que esperan a Emma en la Halterofilia,  la  veremos entrenando y ofreciendo su experiencia a las nuevas generaciones que se acerquen al mundo del deporte.

Pocas horas faltan para que inicie su regreso a Madrid para iniciar el segundo trimestre del curso. No dudo que los buenos resultados seguirán llegando. Es muy joven todavía, pero con sus capacidades y su tesón el horizonte del que hablábamos al principio  debe de abrirse a los deseos de Emma. No será fácil, por supuesto, pero los mimbres la cesta son de buena calidad.

- ¿Qué prueba tienes más próxima?

- El Campeonato de España que se celebrará en marzo o abril.

Estaremos atentos y desde Cacabelos nos sumaremos a los aplausos por los futuros éxitos.

A continuación os resumo su historial:

- 2007 Campeona Nacional de Técnica.Sub-13. Madrid.

- 2009 Campeona Infantil. Santiponce(Sevilla).

            Bronce Nacional Juvenil. Madrid.

- 2011 Campeona de España Sub-15. Barcelona.

- 2011 Participa en Europa. Chichianov(Polonia) Sub-17. 7ª posición.

- 2012  Campeona de España Sub-17. Gijón.

            Campeona de España Sub-20. La Coruña.

            Campeona Absoluta. Barcelona.

            5ª  Campeonato de Europa Sub-17. Rumanía.