lunes, 10 de septiembre de 2012

Genes de Cacabelos se mueven por el mundo


Muchos de los que visitáis con cierta asiduidad este cuaderno, sabéis de mi debilidad por descubrir y revelar posteriormente aquí los nombres de jóvenes cacabelenses que destacan y ya han alcanzado cierta notoriedad por sus estudios o por su profesión. Mi intención no es otra que hacer llegar a todos la valía de esta juventud que procede de Cacabelos y que rompe con algunos tópicos despectivos hacia nuestra gente joven . Y os confieso sinceramente, es una labor muy grata.
No quiero limitarme a narrar un poco la labor destacada de  los nacidos exclusivamente en nuestro pueblo. También los éxitos de los descendientes, que por una u otra razón, han nacido en otros lugares, son, de alguna manera, compartidos por todos nosotros.
Hoy sabemos que  es muy fácil acceder a una inmensa cantidad de información que nos proporciona el ordenador con su conexiones a internet. Y sucede en alguna ocasión que, sin habértelo propuesto, encuentras alguna agradable sorpresa.
La sorpresa llegó de la mano de un apellido impactante: Droesbeke. Desde luego no es muy corriente en nuestro pueblo, ¿verdad? Es el apellido del marido de una cacabelense muy conocida por la mayoría y que, desde hace más de cuarenta años vive en Francia, donde se casó, tuvo dos hijos y continúa viviendo: Manuela Sernández Quiroga(de la Panadería La Golondrina, hermana del fallecido Paco el confitero, Chas...).
Manuela  supo trasmitir al amor por Cacabelos a su marido y sus hijos, Thierry y Jean Pierre. Todos los veranos pasaban sus vacaciones aquí y se integraron perfectamente  entre nosotros. Posteriormente fueron estos últimos quienes han continuado la tradición familiar de regresar al pueblo materno y, en ocasiones, acompañados ya de nuevos descendientes.
Entre estos aparece una nieta de Manuela, hija del hijo ingeniero y trotamundos Jean Pierre. Se llama Hannah Droesbeke y nació en Belfort, en las proximidades de la frontera suiza. En sus años infantiles correteó por nuestras calles, especialmente por el parque. Con apenas veintidós años cumplidos trabaja para la NASA en Estados Unidos después de haber completado sus estudios de ingeniería en la Universidad de Stanford y haber sido galardonada por este centro universitario.
Hannah desde muy pequeña comenzó a dar muestras de su buena capacidad intelectual. Por motivos de trabajo de su padre, también ingeniero, Hannah ha vivido en diferentes países y viajado por todo el mundo. Finalizó el bachiller en su Francia natal con tan buenas calificaciones que hasta la prensa local de Chambery se hizo eco de la proeza. Se incorporó a la Escuela Superior de Lyon y, después de dos años, a la Politécnica de París. A los veinte años ya se paseaba con su título de ingeniería.
Durante su excelente etapa escolar, además de ser una lectora empedernida(a los ocho años ya se había leído toda la obra del Comandante Cousteau), robó tiempo a sus estudios para  practicar la equitación y conseguir ser campeona de Rhône-Alpes, además de ganar también varios campeonatos de esquí. Su formación se ha ido completando con estudios de violín y piano.
No puedo completar con más datos todo lo que de ella aún se puede decir. Su familia, respetando la humildad de Hannah, piensa que no estaría contenta si se pregonasen sus logros. Pero lo yo hago y me ofrezco a recibir la bronca.
¡Vaya joya!
Nota: Podéis ir al enlace de un vídeo en el que aparece Hannah desde el minuto 15'50 hasta  el 16'20

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