Maruja, a la izquierda, con Luisiña y Tita |
Al César lo que es del César
Nos ha sorprendido el anuncio de la muerte de Maruja al finalizar el funeral por Ubaldo que hoy recibía cristiana sepultura en el cementerio municipal.
Casi siempre buscamos la justificación para admitir la muerte en la edad. No es el caso de Maruja pues, como muchos que la conocíamos, hasta hace apenas pocas horas daba muestras de fortaleza física y mental. No perdonaba sus largos paseos cotidianos, incluso en días pasados y a pesar de las intensas heladas, seguía saliendo a la calle bien abrigada.
El título de esta despedida viene a cuento de lo que quizá muchos ignoran. Maruja fue una de las primeras mujeres enólogas de España, sino la primera. Tanto es así que fue noticia allá por los años sesenta del siglo pasado en periódicos de tirada nacional.
Hoy, que las mujeres ocupan puestos de trabajo en prácticamente todos los ámbitos profesionales, ya no llamaría la atención; sin embargo, hay que regresar a las fechas citadas para comprender el asombro por la elección profesional de Maruja en el mundo del vino, prácticamente dominado en todos los cargos por hombres.
En la localidad coruñesa de Padrón ejerció esa profesión en la bodega que su hermano había abierto. Allí permaneció hasta su jubilación que supuso el regreso a su Cacabelos querido. Nunca quiso alardear de su proeza –insisto, hay que analizarlo desde la óptica de aquellos años- por más que intentásemos hacerla pública.
Hoy he incumplido sus deseos de anonimato, pero por el mutuo cariño que nos profesábamos, sé que me perdonará. Merecía que se supiese.
D.E.P.
Estás perdonado. Gracias Carlos
ResponderEliminarMi más sentido pesame a su hermano,wspisa y sus queridos sobrinos,cuanto me duele enterarme así y quiero Maruja que sepas lo mucho que fuiste para mi,amiga Dwsxansa en Paz,Un gran abrazo a su familia y amigos,Carmela
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