miércoles, 24 de febrero de 2021

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CDLI)

 


CANCIONES PARA DESPUES DE UN BANQUETE

 Por Antonio Esteban

He copiado -o casi-  el título de mi artículo semanal, a Basilio Martín Patino, que en 1976 estrenó una película titulada “Canciones para después de una guerra”. No tiene nada que ver “Canciones para después de una guerra” con “Canciones para después de un banquete”. Solo el título. Todos sabemos que, después del banquete de una boda, con los últimos sorbos de una copa de   champán o el cigarrillo rubio, fumado a escondidas por los niños y la botella de Anís del Mono a mano -¡qué poco anís se bebe ya…¡- algún adulto comenzaba a cantar las canciones  de bodega”. Las de siempre: ¡Ay, ay, ay, ay, canta y no llores porque cantando se alegran cielito lindo los corazones”, para continuar con al amanecer se marcha el tren, se va mi amor, yo me voy con él; que tu eres el mar y yo soy la arena que ya no vas sola que el agua te lleva , a la que se añadía  para ser conductor de primera, de segunda, de tercera, para ser conductor de primera hace falta ser buen bebedor. Con el vino se engrasan las bielas, ¡ay! las bielas, ¡ay las bielas ¡.  Con el vino se engrasan las bielas y se suben las cuestas mejor   y, al hablar de vino, no podía faltar lo de Asunción, Asunción, echa un poco de vino al porrón… El vino que tiene Asunción ni es vino ni es tinto ni tiene color y, del vino, se pasaba a la leche merengada tengo una vaca lechera no es una vaca cualquiera, me da leche merengada, ¡ay que vaca tan salada ¡tolón, tolón¡ y, no podía faltar la alusión a  de María  Cristina me quiere gobernar y yo le sigo, le sigo la corriente, porque no quiero que diga la gente que María Cristina me quiere gobernar. Y el que tenga un amor que lo cuide, que lo cuide, la salud y el dinero que no lo tire, que no lo tire.  Entonces aparecía alguno de los invitados, con buena voz, que cantada por Molina o por Pepe Pinto que cantaba el pasodoble de moda porque has pintao tus ojeras la flor de lirio real, por qué te has puesto de seda, ¡ay campanera¡ por qué será.  Y si no se acababa la juerga, bailando la conga de Jalisco, se terminaba cantando lo de por el río Cúa bajaba un torpedero con once futbolistas del Club de Cacabelos, rumba la rumba rum, la rumba del cañón, que la cantaba, quizás, Nanchi porque su yerno era Juna Carlos Montes. Ahí lo tienen con Loleras, con Dori, una de las mozas más guapas de Cacabelos y con Tusa, en una boda,  cantando.

Era un día de jolgorio -una boda-. Y  Kiko, el “Curioso” los inmortalizó  así, cantando,. Una foto de ayer, de un ayer ¡ay¡ que no volverá.

No hay comentarios :

Publicar un comentario