MARÍA, LA “ROSENDA"
Por Antonio Esteban González
Seguramente, en algún blog afín al nuestro, encontrarán los lectores, una
extensa relación de apodos de gentes de Cacabelos. Ahí son todos los que están,
pero no están todos los que son o tienen apodo.
Yo no sé si en esta relación
-que es amplia- se encuentra La
“Rosenda”. Puede que sí o puede que no. Depende. Y depende del creador del blog
y sobre todo depende de si, cuando lo creó, recordaba el nombre de La “Rosenda”, que fue
bautizada con el nombre de María.
María, sin embargo, no recibió por parte de sus convecinos,
el apodo de su padre José Yebra, el “Picalaburra”, pero, sí, el de la
“Rosenda”.
En esta fotografía con todo el sabor romántico del color
sepia de las fotos antiguas y que le da, precisamente, ese tono especial, vemos
a la “Rosenda” con su hija Josefa en la Argentina adonde habían emigrado como
otros muchos españolitos para mejorar su futuro. Y, en la Argentina, en Buenos
Aires, se dejaron fotografiar en una curiosa foto de estudio con un fondo
apenas visible y un cojín con borlas para reposar los pies.
Hay una anécdota curiosa
-al fin y al cabo la finalidad de las fotos que publicamos es esa, la de
encontrar alguna anécdota- que relatamos
ahora: parece ser que, al desembarcar en el puerto de Buenos Aires, lo primero
que vieron los asombrados ojos de María
y de su hija fue el anuncio de un Banco: BANCA BURGUEÑO, con casa central en
Cacabelos. de donde habían salido casi un mes antes.
La historia se escribe, a veces, así con pinceladas como
esta.
Una foto más. Una historia más que nos ayuda a configurar,
precisamente, la historia en imágenes de la villa.
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