martes, 15 de septiembre de 2015

LA EXTRAORDINARIA VIDA DE HORACIO GUERRA




I
EL PEGASO Z-102 DE FELIX HUARTE GOÑI

El PegasoZ-102  fue un automóvil deportivo  diseñado por Wilfredo Ricart, un ingeniero que trabajó para ENASA, empresa que, después, se convirtió en INI  -INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA-   y que, antes había sido  Hispano Suiza que fabricó coches para Alfonso XIII .
El motor del Pegaso Z-102 era delantero y tenía, además de cuatro carburadores, una potencia de 250,280 o 320 caballos, que eran muchos caballos para aquel entonces.
El Z-102 se vendía en el mercado por quinientas mil pesetas  -tres mil euros al cambio actual- aunque, posteriormente, se iría revalorizando.
De este modelo histórico  -fabricado entre 1951 y 1958 sobreviven treinta unidades en perfecto estado de conservación.
Y de este modelo  -del Pegaso Z-102 se enamoró perdidamente Horacio Guerra que, a la sazón vivía en Madrid.
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A diario, en los bajos del edificio donde residía el protagonista de nuestra historia, en un amplio garaje, Félix Huarte Goñi, industrial navarro  -millonario-   que llegó a Presidente de la Diputación Foral, guardaba el Pegaso Z-102
Un Pegaso Z-102,  similar al que compró Horacio
Cada día Horacio, admiraba aquel vehículo, ante la socarrona sonrisa del chófer de don Félix.
-¿Le gusta, eh?  -le dijo una mañana el hombre, mientras lo abrillantaba.
Claro que me gusta -.  -respondió Horacio-    Es el coche de mis  sueños.
-Pues puede ser suyo  -hizo una pausa el chofer, antes de continuar hablando-  porque a la señora Huarte, la esposa de don Félix, no le gusta nada que su marido se pasee en un coche como éste. Y, por favor, guárdeme el secreto…
Se aceleraron los pulsos de Horacio y el chófer, entonces, se acercó a él y posó su mano, confianzudamente, en el hombro del joven.
-Mire… Hágame caso… Si le interesa tanto el coche y, naturalmente, puede comprarlo, hable con la señora Huarte.
Bajó la voz.
-Está hasta el moño del cochecito… Hable con ella y posiblemente lleguen a un acuerdo.
Y le facilitó la dirección del matrimonio Huarte.
Horacio, al día siguiente, visitó a la dama.
-¿Cuánto está dispuesto a pagar por él…?
Haciendo gala de una tranquilidad ficticia, Horacio dijo:
-Pues… -dudó-  dos millones… Me parece un precio razonable y…
-Por ese precio, el coche es suyo   -interrumpió la mujer-   Traiga esos dos millones, le entrego la documentación y puede llevarse el coche.
Horacio salió de la casa dispuesto a encontrar dos millones de pesetas rápidamente.
-Que, al cambio   -explica ahora-  serían doce mil euros.
Hace una pausa para refrescar los recuerdos y prosigue.
-Yo, por aquel entonces era propietario de un coche viejo que, seguramente, podría vender, aunque, por él, me dieran poca cosa, pero, algo era algo y decidí pedirle a mi padre el resto. Y así lo hice. Mi padre me prestó el dinero, aún a sabiendas, de que no se lo devolvería jamás jajajajaja. Volví a casa de los Huarte con algo menos de dos millones ya que, en un último momento, decidí reservar, para los primeros gastos, ciento treinta mil pesetas que era una cantidad apreciable en aquellos momentos. Le dije, eso sí, a la propietaria del vehículo que no traía todo el dinero, es decir, que no había logrado los dos millones.

Por Antonio Esteban González

                                                                                                                                                CONTINUARÁ

1 comentario :

  1. Pero, si dice que el coche valia medio millón en el mercado. Como es que paga 2 millones por uno usado?. Algo no he entendido.

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