EN ALAS DE LOS SUEÑOS... REGRESO AL SAN ISIDRO...
Antonio-Esteban González
En esta hora violeta de la tarde, cuando muchos estamos acercándonos a la última vuelta del camino, pienso, con frecuencia, que he dejado atrás muchos sueños por vivir, -yo y muchos de mi generación- porque, con frecuencia, los sueños de los niños no se cumplen y arrastramos, para siempre, las alas rotas de esos sueños.
Me explico: papá, cuando apenas levantaba yo un palmo del suelo, me llevaba, los domingos, al viejo Campo de Fútbol de Cementos Cosmos en donde el equipo representativo de la entidad cementera se enfrentaba al Kikirikí de Toral reforzado por Albertín. (Alberto Rodríguez Bárcena seguirá siendo Albertín para todos).
-Papá -decía yo- juega Albertín. Llévame a verlo...
Y papá, a quien no le gustaba el fútbol o le gustaba poco, me llevaba a verlo porque yo soñaba, cuando fuese mayor, -yo y todos mis amigos- ser como Albertín.
En Cacabelos -estoy seguro- los niños y los adolescentes también querían ser como él y jugar al fútbol en la Unión, pero, naturalmente, antes, tenían que foguearse en el Atlético San Isidro y, a veces, los sueños de los niños de Cacabelos, sí se cumplían y, desde la Unión llegaban a la Ponferradina o, aún más allá al Deportivo de La Coruña o a otros equipos de más alta andadura, como le ocurrió a Carlitos o a Mourelo o a Juan Carlos Montes o a Quino o a "Vallanito" Cela o a Luso o a Ricardito. Todos ellos, sí vieron cumplidos sus sueños.
De todas formas, tuvieron su minuto de gloria en el Atlético San Isidro, hermano menor de la Unión, algunos mozos de la villa como los que aparecen en esta fotografía: "Xoque", el "Oso", o Lolo Pintor, un defensa que despejaba el
balón sin miramientos y hoy es un empresario jubilado, o Miguel Prieto, hijo de la señora Rogelia que, como todas las mamás, no quería que Miguelín, jugase al fútbol, o "Morrin" Pestaña o David, hijo de la "Tarjina", o Gelo, el "Oso" o Carito, el "Pardal" y, abajo, Quindós,Toño, hijo de don Arsenio y uno de los más finos estilistas que dio el fútbol local y que hoy vive en Pontevedra, ya jubilado, o Tin, el hijo de Albertín , que fue profesional, o Luis Gallego, el único cacabelense requerido para jugar con la Selección Oeste y director del Hotel "Villa de Cacabelos", o Pinilla que vive en Cataluña, desde donde sigue, ilusionado, el acontecer diario del pueblo en este blog.
Una foto de ayer que, sin duda, traerá, en alas de los sueños, gratos recuerdos a todos.
En esta hora violeta de la tarde, cuando muchos estamos acercándonos a la última vuelta del camino, pienso, con frecuencia, que he dejado atrás muchos sueños por vivir, -yo y muchos de mi generación- porque, con frecuencia, los sueños de los niños no se cumplen y arrastramos, para siempre, las alas rotas de esos sueños.
Me explico: papá, cuando apenas levantaba yo un palmo del suelo, me llevaba, los domingos, al viejo Campo de Fútbol de Cementos Cosmos en donde el equipo representativo de la entidad cementera se enfrentaba al Kikirikí de Toral reforzado por Albertín. (Alberto Rodríguez Bárcena seguirá siendo Albertín para todos).
-Papá -decía yo- juega Albertín. Llévame a verlo...
Y papá, a quien no le gustaba el fútbol o le gustaba poco, me llevaba a verlo porque yo soñaba, cuando fuese mayor, -yo y todos mis amigos- ser como Albertín.
En Cacabelos -estoy seguro- los niños y los adolescentes también querían ser como él y jugar al fútbol en la Unión, pero, naturalmente, antes, tenían que foguearse en el Atlético San Isidro y, a veces, los sueños de los niños de Cacabelos, sí se cumplían y, desde la Unión llegaban a la Ponferradina o, aún más allá al Deportivo de La Coruña o a otros equipos de más alta andadura, como le ocurrió a Carlitos o a Mourelo o a Juan Carlos Montes o a Quino o a "Vallanito" Cela o a Luso o a Ricardito. Todos ellos, sí vieron cumplidos sus sueños.
De todas formas, tuvieron su minuto de gloria en el Atlético San Isidro, hermano menor de la Unión, algunos mozos de la villa como los que aparecen en esta fotografía: "Xoque", el "Oso", o Lolo Pintor, un defensa que despejaba el
balón sin miramientos y hoy es un empresario jubilado, o Miguel Prieto, hijo de la señora Rogelia que, como todas las mamás, no quería que Miguelín, jugase al fútbol, o "Morrin" Pestaña o David, hijo de la "Tarjina", o Gelo, el "Oso" o Carito, el "Pardal" y, abajo, Quindós,Toño, hijo de don Arsenio y uno de los más finos estilistas que dio el fútbol local y que hoy vive en Pontevedra, ya jubilado, o Tin, el hijo de Albertín , que fue profesional, o Luis Gallego, el único cacabelense requerido para jugar con la Selección Oeste y director del Hotel "Villa de Cacabelos", o Pinilla que vive en Cataluña, desde donde sigue, ilusionado, el acontecer diario del pueblo en este blog.
Una foto de ayer que, sin duda, traerá, en alas de los sueños, gratos recuerdos a todos.
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