Carmen la “Divina”, la “Chatita” y Tilde “Castillo”
Por Antonio Esteban
Eran amigas. Buenas amigas. Iban juntas a las fiestas de los alrededores y se confiaban secretos de novios o, si no eran secretos de novios, eran secretos de amigos con los que bailaban al son de una orquestina . Además, tenían unos apelativos como todo el mundo los tenía en la villa: la “Divina”, la “Chatita” y la “Castillo” y estaban orgullosas de esos apelativos. No renegaban de ellos.
En esta foto, seguramente, las tres amigas habían ido a divertirse, sanamente, vestidas con sus mejores galas, no sé, a Sorribas, el día de la Virgen de las Nieves o a Quilós o san Roque o a santa Isabel. Tanto da. Y el fotógrafo aprovechó la ocasión para dejar constancia de que unas mozas de Cacabelos habían ido a divertirse, aunque ahora estaban sentadas sobre el verdor de la hierba y con las piernas recogidas bajo las faldas, como les habían enseñado en casa.
-Hay que ser modositas y no enseñar más de lo que se puede enseñar -les decían- y ellas obedecían… Así, hoy, nos encontramos con una fotografía como la mayoría de las que aparecen en nuestro cuaderno: nostálgica. Han pasado muchos años y aquí están, como si fuera ayer Carmen, la “Divina”, la “Chatita” y Tilde “Castillo”.
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