miércoles, 17 de agosto de 2022

Escucha de animales nocturnos esta noche en la Plaza Mayor

 


Una gran parte de los animales de nuestro entorno tiene hábitos nocturnos o crepusculares, es decir desarrolla su actividad de noche o en las primeras o últimas horas del día.

La ausencia de luz hace que se comuniquen utilizando diferentes sentidos, ya que los de la visión están limitados por la falta de ésta. Los animales nocturnos, por ello, presentan algún tipo de adaptación para poder sobrevivir con falta de luz como:

• Ojos especializados, capaces de detectar muy poca luz, como las lechuzas.

• Su sentido del oído y del olfato están muy desarrollados.

• Colores oscuros para camuflarse.

Además, en los ambientes urbanizados y con fuerte presencia humana muchos animales están modificando sus hábitos de vida. Animales de todo el planeta están ajustando sus patrones de actividad diaria para evitar a los humanos. Primero se desplazaron a zonas menos pobladas, pero a medida que ocupamos el espacio, algunas poblaciones cambian su comportamiento para evitarnos en el mismo espacio pasando su actividad a la noche, cuando la mayoría de los humanos dormimos.

Este tipo de animales suelen dormir durante el día, escondidos en sitios que los protejan de posibles depredadores mientras descansan, por lo que los humanos, que somos animales diurnos, no solemos verlos. De noche sin embargo nuestra visión no es buena, por lo que si queremos detectar su presencia tendremos que recurrir a otros sentidos. Y de noche es nuestro oído el único que podemos utilizar con ciertas garantías, ya que el olfato humano es muy deficiente.

Es por ello que proponemos una noche de escucha de los animales nocturnos de nuestro entorno que nos ayude a conocer otro aspecto más de la diversidad biológica que nos rodea, incluso en ambientes urbanizados. La actividad consistirá en:

1. Introducción breve a la actividad. Indicaciones acerca de qué nos podemos encontrar.

2. Ejercicios de calentamiento y concentración. No estamos acostumbrados a utilizar el oído, muchas veces saturado e insensibilizado por los excesivos ruidos de origen humano de nuestro entorno, ya que la mayor parte de la información que captamos lo hacemos por la vista. Para realizar escuchas hay que pasar a una fase de silencio para desensibilizar el oído y hacerlo más receptivo y además concentrarse en la actividad.

3. Paseo de escucha nocturna, identificando los sonidos de animales o cualquier otro que nos resulte curioso.

4. Asamblea final, donde intentaremos hacer un resumen de los que hemos escuchado y sacaremos conclusiones de la actividad

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