Por este cuaderno van pasando las charlas
con algunos cacabelenses que por sus
méritos, creo, merecen ser más
conocidos por todos nosotros .
Desde hace tiempo tenía el deseo de subir a estas páginas al
contertulio de hoy. Y no sólo para satisfacer el mío, sino también el de algún
lector que también me había sugerido el mismo personaje por tener conocimiento
del prestigio que adorna a este amigo.
Foto El Mundo |
Se trata de Ricardo García García, desde hace unos años residente en Madrid y nostálgico de Cacabelos
a donde regresa cuando sus ocupaciones se lo permiten.
Ricardo pertenece a una familia muy conocida por todos. Si
os digo que es hijo de Santiago, si os nombro la marca de patatas fritas
Kaskalín o si hablamos especialistas en proyectos de cubiertas de pizarra seguramente no hará falta dar más señas.
Desde su época de estudiante en el Colegio Público “Virgen
de la Quinta Angustia y en el Instituto Bergidum Flavium, Ricardo ha realizado
un largo y fructífero recorrido profesional. Hasta hace unos meses ha trabajado en el Instituto de Microelectrónica
de Madrid y en la actualidad lo hace en el Instituto de Ciencia de Materiales.
Comenzó como científico titular , luego como investigador científico hasta
llegar a Profesor de Investigación, la
máxima categoría del CSIC(Consejo Superior de Investigaciones Científicas). En
el entorno científico donde se mueve está considerado como uno de los
investigadores de gran proyección internacional. Varios premios a nivel
nacional e internacional avalan sus trabajos(Comunidad de Madrid , Sociedad
Americana de Física, EE.UU), así como su amplia bibliografía, los cursos
impartidos, ponencias en congresos, etc.
No es fácil
entender el mundo científico por el que se mueve Ricardo para quienes somos
inexpertos en tal materia, la Nanotecnología.
- ¿Qué es la
dichosa Nonotecnología, Ricardo?
-
La Nanotecnología
engloba un conjunto de métodos y técnicas que por una parte tienen la capacidad
de manipular la materia a la escala de los átomos y por otra parte nos permite
comprender las propiedades de pequeños grupos de átomos. A partir de ese
conocimiento es posible desarrollar nuevos materiales muy ligeros y resistentes
formados a partir de fibras de carbono, o medicamentos más eficaces contra el
cáncer, o teléfonos inteligentes más rápidos, ligeros y con menor consumo de
energía. Cuando yo tenía 10 años los aparatos de radio tenían unas antenas de 1
m de longitud y el sonido era muy deficiente aunque la emisora estuviese en
Ponferrada. Ahora un teléfono de última generación, que cabe perfectamente en
la palma de la mano y pesa unos 100 gramos, nos permite mantener una conversación con otra persona a 6000 km de
distancia. La antena del teléfono es tan minúscula que ni la vemos ni siquiera
sabemos en que parte del teléfono se encuentra. La Nanotecnología es necesaria
e imprescindible para permitir y facilitar la vida humana en un planeta con más
de 7000 millones de habitantes, casi tres veces más de los que había cuando yo
nací.
Empezamos bien, aprendiendo y poniéndonos en situación para
lo que pueda venir después. Pero nos interesa no sólo el Ricardo científico,
sino también el Ricardo que vemos por nuestras calles cuando regresa a
Cacabelos.
- Naciste en
Arganza, supongo que por razones familiares, pero creo que pronto llegaste a Cacabelos...
-Efectivamente, nací en Arganza en la casa donde vivían
mis abuelos maternos. Allí pasé muchos veranos. Todavía estoy muy ligado a
Arganza pues tengo una plantación de árboles. Mis padres vivían en Cacabelos,
en la Casería. Cuando tenía 5 años se trasladaron a Ponferrada. Regresamos de
nuevo a Cacabelos cuando yo tenía 9 años.
-¿En dónde realizaste la Educación Primaria?
-La mayor parte la realicé Ponferrada. El último curso lo
hice en las escuelas de Cacabelos. Recuerdo
al maestro que tuve en Cacabelos, don Marcelino, que me recibió con cariño y
facilitó mi integración en el curso.
-Ricardo. Varias generaciones recordamos a don Marcelino con
cariño y reconocimiento por su enorme labor en la enseñanza durante varias
décadas en Cacabelos.
Inmediatamente ingresas en el casi recién inaugurado
Instituto de Cacabelos.
-La etapa del instituto fue sencillamente única. Había
chicos y chicas de toda la comarca con una gran variedad de orígenes sociales,
personalidades y aptitudes. Por otra parte, España estaba rejuveneciéndose, era
la época de la transición a la Democracia. Fue una etapa llena de cambios a nivel tanto personal como
colectivo. Fue un periodo lleno de oportunidades y, en general, optimismo.
Objetivamente teníamos menos recursos
de los que disponemos en la actualidad, pero la sociedad era mucho más abierta
a lo que el futuro podría ofrecer. Considero que la enseñanza impartida en el
Instituto de Cacabelos fue de gran calidad. Los profesores que tuve estaban muy
comprometidos con su trabajo. Me acuerdo con cariño y reconocimiento de varios
ellos, por ejemplo, José Luis Uría (educación física), Gaudioso (Filosofía),
Félix Bello (Literatura), José Antonio (Matemáticas), Calixto (Física), Ana (Biología),
Elena (Historia), César Cabezas (Lingüística)…Francisco Mate, nunca me dio
clase, pero siempre ha mostrado un interés genuino por conocer la evolución de
mi trayectoria profesional.
- Desde muy joven has practicado deporte.Te recuerdo
corriendo por los alrededores de Cacabelos cuando aún no era una imagen
habitual hacer ese tipo de actividad en los pueblos. ¿Sigues practicando algún
deporte?
-Correr (atletismo) ha sido mi deporte preferido durante
más de 25 años. Lo he practicado tanto a nivel competitivo como a nivel
recreacional. En la etapa del Instituto competí en varios campeonatos
provinciales de pista y de campo a través. También participé en competiciones
de voleibol y baloncesto. En una ocasión en voleibol quedamos los primeros
entre los colegios e institutos del Bierzo y
acudimos a la fase final a León donde
no tuvimos ninguna opción. También hice un poco de piragüismo en el club
fundado por Prada.
En la actualidad práctico con asiduidad el ciclismo de
montaña. Cuando la agenda lo permite participo en las pruebas del campeonato de
España. También juego al tenis y participo en las ligas locales.
-¿Cómo recuerdas al Cacabelos de tus tiempos de Instituto y
de Universidad? ¿Cómo vivías la vida del pueblo?
-Tengo una imagen atemporal de Cacabelos que no está
vinculada a época alguna. Recuerdo con cierta nostalgia la intensidad y la
novedad de las verbenas de las fiestas de la Pascua y la frustración que
suponía que fuese a llover. También recuerdo la explosión de actividad que se
desarrollaba al comenzar la
vendimia. Otro recuerdo de fueron las
noticias sobre las excavaciones arqueológicas en la Peña del Castro. Hicimos numerosas excursiones
para adentrarnos en sus galerías.
-Finalizas los estudios en el Instituto y tienes que elegir
carrera. ¿Por qué decidiste hacer Físicas?
¿Valoraste otras opciones de estudio?
-Dos años antes de finalizar el bachillerato ya me había
decantado por hacer Físicas.
Me sentía cómodo formulando preguntas y buscando
respuestas sobre como funcionan las cosas que hay a mí alrededor. Sentía
interés por averiguar como funciona el motor de un coche o de donde sale el
agua que baja por los ríos. Siempre he tenido una tendencia para buscar
respuestas ‘objetivas’ es decir, que no dependiesen de la persona que las comunicase,
lo cuál me hizo apartarme de otras disciplinas, que también me atraían como la
Filosofía, pero que percibía más interpretativas. En ese sentido estudiar
Físicas era la más apropiado. De todas formas, consideré brevemente estudiar
Económicas.
-Te vas a Valladolid a estudiar. ¿Eliges esta ciudad por
motivos familiares u otros?
-Mi padre trabajaba allí, así que la elección estuvo
motivada por motivos familiares.
-Te tocó vivir en tus años jóvenes la Transición y la
llegada de la Democracia. Participaste, recuerdo, activamente, en política.
¿Cómo están presentes en ti aquellos intensos años?
-Efectivamente, durante los dos últimos años de
bachillerato, tenía 15-16 años, estuve bastante involucrado en actividades que
yo entendí necesarias para lograr la implantación
de la Democracia. Esos dos años fueron, es verdad, muy intensos. De alguna forma fui capaz de estudiar, hacer
deporte y estar involucrado con lo que sucedía tanto a nivel local como
nacional. Como anécdota recuerdo las reuniones “semiclandestinas” que durante
los años de 1975, 1976 y comienzos de 1977 se celebraron en la bodega que David
Gancedo tenía en la calle Santa María. No podría decir si sirvieron para algo. A mi me hicieron sentirme
protagonista del cambio que se avecinaba.
De esa época, recuerdo
una película de Elia Kazán, ‘Esplendor en la hierba’, que aunque no
gravita sobre temas políticos, si captura la intensidad y la mezcla de
sentimientos que existen durante la
transición entre la adolescencia y la
juventud. Así recuerdo esos años. En mi
caso esa transición de la adolescencia coincidió con la Transición política.
-Saltamos en el tiempo, concluyes tu etapa universitaria en
Valladolid y emprendes una nueva etapa en Madrid para hacer el doctorado...
-El último año de carrera un profesor de la Universidad
Autónoma de Madrid realizó una presentación sobre la invención de un nuevo tipo
de microscopio que podía visualizar átomos (microscopio de efecto túnel, STM
son las siglas en inglés). El tema me atrajo de inmediato. Al finalizar la
carrera el mismo profesor (Nicolás
García) ofreció una beca para realizar una tesis doctoral que incluía la
construcción de un microscopio de efecto túnel. Me interesó el tema de trabajo,
realicé una entrevista y comencé a
trabajar en el proyecto. En 1986 cuando yo llevaba un año trabajando en el
proyecto, el premio Nobel de Física lo recibieron los inventores del
microscopio de Efecto túnel (Gerg Binnig y Heinrich Roher)
- Nos perderíamos sólo con leer el título de tu tesis.
¿Sobre qué trata?
-Es cierto, el
título no creo que sea relevante, el tema lo puede ser más. La tesis versó
sobre la teoría y algunas aplicaciones
experimentales de la microscopía de efecto túnel.
-Terminas en Madrid. ¿Te vas ya directamente a EE.UU?
-Al finalizar la tesis me ofrecieron un empleo como
investigador científico en el departamento de Química de la Universidad de
Nuevo Mexico. Los aspectos científicos y las condiciones del empleo me
resultaron sumamente atractivas.
-¿Cuál fue tu labor allí y en qué universidades?
-Estuve construyendo y
desarrollando diversas técnicas de microscopía. El objetivo era resolver la
doble hélice de las moléculas de DNA en un medio fisiológico. El proyecto se
inició en la Universidad de Nuevo México (EE.UU.) y luego se prosiguió en la
Universidad de Oregón, donde estuve trabajando desde 1991 hasta finales de 1993.
-Regresas a España, ¿por qué al CSIC? ¿En qué puesto?
-Durante el verano de 1993 recibí dos ofertas de dos
institutos del CSIC. Acepté una de ellas, en el Instituto de Microelectrónica
de Madrid. Donde he estado trabajado hasta hace unos meses que me he trasladado
al Instituto de Ciencia de Materiales. Empecé como científico titular, luego
pasé a investigador científico y finalmente a Profesor de investigación.
-¿No te tentó irte a la industria privada? ¿Tuviste ofertas
en América de las universidades o de la industria privada?
-Hubo contactos con una compañía, IBM y con varias
universidades y centros de investigación de EE.UU, Holanda e Italia pero la
combinación entre los vínculos familiares junto con el deseo contribuir
directamente al desarrollo científico en España me animaron a regresar a España.
-Algunos de tus trabajos y logros han sido reconocidos.
Tengo anotados el del microscopio más pequeños del mundo, el número Pi más
pequeño, el Método de utilización de
un microscopio de fuerzas atómicas y microscopio. ¿Cuál destacarías más y por
qué?
-Pienso que los
mejores trabajos y logros científicos aún están por venir. Las contribuciones
tanto teóricas como experimentales que he realizado, en colaboración con otros
científicos, para mejorar la resolución,
la sensibilidad y el contraste de la microscopía de fuerzas son mis
preferidas.
-Quizá para al
público nos sea más atractivo el del “Quijote”.
-Para celebrar
el 400 aniversario de la escritura del El Quijote decidí escribir las primeras
páginas del libro en letras muy pequeñas, de forma que todo el ‘Quijote’ pudiera escribirse en el espacio
equivalente al de la punta de un cabello. Fue un resultado que tuvo mucha
repercusión mediática aunque sin gran interés científico pues estaba basado en
conocimientos ya publicados.
La conversación con
Ricardo podría prolongarse mucho más. Como suele decirse, habría mucha tela que
cortar. Con estas pinceladas podremos conocer un poco mejor su trayectoria
personal y profesional.Podéis ampliar la información abriendo algunos enlaces e
incluso contemplar a nuestro Profesor en acción.
-¿Algo más,
Ricardo?
-Ha
sido un placer realizar la entrevista. Muchas gracias.
Enlaces:
Bien por Ricardo, gracias Carlos. Que recuersos de instituto, de Hilario Camacho, él me dejaba sus discos y la afiliación a UJC en ponferrada en el año 75 ¡Qué tiempos!
ResponderEliminarLo comparto en mi facebook con tu permiso
Ricardo...algún comentaremos dos o tres anecdotas entrañables de las reunions en la bodega de Gancedo...
ResponderEliminarQué tiempos!
Mi enhorabuena a Ricardo por toda su trayectoria. En el instituto siempre fue un ejemplo para todos los que veníamos detrás. Estoy seguro de que sus mayores logros aún están por llegar. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya gente que da mi pueblín. Carlos gracias por descubrirnos estos ejemplos.
ResponderEliminartu padre nos lleno de patatas fritas a todo el pueblo y tu de orgullo de ser de Cacabelos
ResponderEliminarfelicidades