YO TAMBIÉN ESTUVE EN FRANCIA
Por Antonio Esteban González
Efectivamente. Yo también estuve en Francia.
En Valberg, cerca de Niza. En los Alpes Marítimos y lo recordaba en un largo
poema autobiográfico -o casi- que me premiaron hace un mes en La Palma del
Condado. Ese poema decía: “Metí toda la
vida en la maleta/. Supe lo que era un tren sin esperanza./ Maletas mal
cerradas./ Factores impacientes, / atentos a un reloj sin minutero…”
Porque las pequeñas y entrañables
estaciones de mi niñez, a veces lucían un reloj sin minutero que descontaba el
tiempo que faltaba para la llegada del tren. Había, con frecuencia, una campana
sin badajo y el letrero descolorido con el nombre de la estación.
El poma sigue así: “Era el tren del final de la inocencia/ que
llevaba señales de miseria...”/. Y, más adelante, “Aprendí qué cosa era la ausencia/. Bocadillos de pan con pan tan solo
/ y supe lo que era un emigrante / hecho a bofetadas y sin Patria”/ Y conocía
Arlette, trapecista / tan triste como tísica / y a su padre Jean Marc / y a su
madre Germaine / y a la cabra “Camille”/ que defecaba, siempre, cagarrutas /
cuando Germaine tocaba una marcha / siempre “ La Marsellesa”//.
También recordaba en el poema: “El catorce de Julio, Fiesta Grande, /
vestíamos el traje de domingo/ comíamos cocido
-pot-au feu- / regado con un vino
tan extraño / que sabía a lágrimas amargas//.
El pueblo en donde yo vivía era
Valberg, en los Alpes, entre pinos y alerces. Allí soñaba con el Sur / aquel Sur que me llamaba con cartas / acuciantes de
mi madre, palomas / mensajeras heridas que contaban todo y nada/. Me decía: no
bebas y no fumes/ y ahorra lo que puedas// pero yo fumaba Gauloises o Gitanes y no ahorraba porque había comprado una moto y novelas de Le livre de poche, Serie Negra, que aún conservo en mi biblioteca y sabía que
en Niza o en Menton me aguardaba un tren sin parada en estaciones y que
dejaría atrás los Alpes encendidos en la tarde y los ojos tristes de una niña
que había conocido en un cine que lavaba
las sábanas / en el Hotel “Valberg”/ Las
ponía a secar / como blancas palomas que volaban / del país de los sueños / al
país de los sueños …//
Pero un día regresé y aquí estoy,
contando mi vida en IMÁGENES Y RECUERDOS.
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