IMAGENES Y RECUERDOS DE CACABELOS (IV)

                                                                TRES ERAN TRES

 Sabemos que hay una antigüa canción que aún se canta en los días dulces de vino y fiestas gloriosas y que dice: "Al entrar en Cacabelos/ lo primero que se ve:/ la Virgen de las Angustias/ y los molinos al pie"//. (En realidad, los molinos no deberían ser llamados molinos o, en todo caso, molinos de agua, porque molinos-molinos, son los molinos de viento.Estos molinos, en los aledaños del Santuario, se llaman aceñas, que son los molinos movidos por agua; pero, esto, no tiene la menor importancia, si no es para los puristas del lenguaje).
Recuerden los nostálgicos que la fecha de impresión de la foto es el veinte de Octubre de mil novecientos cincuenta y muchísimos y que la Iglesia celebraba  -y celebra-  en esa fecha, el martirio de San Severo, obispo de Barcelona a quien le hundieron, a mazazos, un clavo en la cabeza, siendo emperador Diocleciano. Era el año 300 o sea, que hace, del martirio, mil setecientos doce años en un otoño dulce, también, como las uvas de los altos de San Clemente o del Castrillón.
 Y más datos: era párroco titular del Santuario, don Antonio, que había nacido en Cebrones del Río. (Aquellos que siempre buscaban la palabra fácil y el chiste más fácil, cambiaban la "e" de Cebrones  -la primera "e"- por una "a" y se reían jajajajajaja.
La foto  -leo al dorso-  fue tomada por Francisco López,"El Curioso"   -Quico , "El Curioso"-  ampliaciones y reproducciones y fue tomada a la entrada del Puente que conoció  -y sigue conociendo-  a tantos caminantes y que había dado oriegen  -no este Puente, sino otro-  a una canción, aunque no castellana."Las barandillas del puente/ se menean cuando paso/. A ti solita yo quiero/ de las demás no hago caso"//.
Repito: era el mes de Octubre  -un octubre dulzón y tembloroso de uvas- mientras paseaban así de airosas  -y guapas-  con sus abrigos de solapas grandes y botones más grandes, muy a la moda, Marujina, la de don Camilo y Gelines y Maruja Quindós.
En homenaje a su belleza  -¿0 no?-   digo, aún hoy, que las barandillas del Puente se siguen meneando  -lo juro-  cuando paso....

Antonio Esteban González