Este sería el mejor título para la fotografía que encabeza
esta entrada. Una fotografía tomada
en la mañana de ayer delante de la estatua del vendimiador en el mismísimo
corazón de Cacabelos. Y también en el corazón de muchos cacabelenses permanece
el recuerdo de estos veteranos de la Unión Deportiva Cacabelense.
Gracias al interés tomado por Ricardo, Relojero, se pudieron
reunir en una nostálgica y divertida
comida varias generaciones de jugadores que militaron en las filas del equipo más representativo de nuestro pueblo. Nostálgica por la añoranza de unos años magníficos y por el recuerdo de
los compañeros ya desaparecidos. Y divertida por el buen ambiente reinante
entre todos y por la cantidad de las sabrosas anécdotas que unos y otros fueron
narrando a lo largo de la comilona(desde luego no fue una pitanza propia para
deportistas).
Seguramente los lectores más veteranos reconoceréis a muchos
y los más jóvenes apenas ya habréis oído hablar de ellos. Para unos y otros
recordaremos sus nombres:
De pie en la fila de atrás y de izquierda a derecha: Sindo
Quiroga, Paco el de Tila, Paco de la Ruta, Coca, Batalla, Ricardo Relojero,
José María, Tinín, Vallano, Rubio y Laudino.
De pie segunda fila: Toño el don Arsenio, Tinín,
Dario, Banderas, Tirso, Tin, Pablo Canuta, Enrique, Nino Cubelos, Luis Gallego,
Carlos el Gallo y Quino.
Agachados y sentado: Pepé, Negrín y Albertín.
¡Cuánto fútbol transitó por sus botas! ¡Cuántas historias!Nino Cubelos entrega la camiseta a un emocionado Ricardo |
Unos y otros recordaban aquellos interminables y
difíciles viajes invernales que en
ocasiones provocaban llegar con apenas
unos minutos de antelación al partido. El más grabado en la mente de todos, sin
duda, fue aquel en el que debieron abandonar a causa de la nieve el autobús en
Torre del Bierzo, tomar un tren hasta Miranda de Ebro. En esa localidad
burgalesa pasaron la noche en la estación esperando a otro que les dejaría por
la mañana en Bilbao. Seguidamente se pusieron en camino hacia Erandio para disputar allí un partido
glorioso: 1-4 resultado final.
Entre bromas y no bromas algunos acusaron a dos “pollos” de
viajar siempre en el autobús con sendos trajes perfectamente colgados de sus
perchas. Preparados, afirmaron los acusadores, para estar en los hoteles en
perfecto estado de revista por si hubiese alguna oportunidad de ligar(así se
decía entonces) con alguna chica de la localidad o huésped del mismo
establecimiento.
Sonado debió ser, y no sólo en la expedición de la Unión,
aquel viaje, que antes de llegar a su destino, debió abandonar el mister a
causa de los índices alcohólicos que manifestaba claramente mantener su riego
sanguíneo.
Impresionante, para los espectadores del Sardinero, fue
también un calentamiento llevado a cabo por Prada en una de las bandas del
campo santanderino. Recordaban durante la comida las veloces y largas carreras
que realizó, además de acompañar aquella demostración de poderío con un sin fin
de piruetas, contorsiones y saltos que hacían presagiar la entrada de un
fenómeno al césped. Boquiabierto y expectante esperaba el público. Después
quedó defraudado, afirmaron entre risas estos veteranos.
También rieron recordando su paso por la localidad palentina
de Aguilar de Campoo. Pernoctaron en un hotel(¿Valentín?) con una sala de
fiestas. Aquella noche actuaba un famoso trío musical, Los Mismos, en el local.
El equipo disfrutó de la velada. Y a partir de entonces, comentaron, cuando
preguntaban al entrenador quienes iban a jugar el próximo partido, éste
contestaba sin dudar:
-¡Los mismos!
Con Ricardo posan Laudy Luso |
La tarde se fue prolongando sin un momento de silencio.
Comentarios, anécdotas, recuerdos se sucedieron sin cesar.
Ricardo obsequió a todos los presentes con una
insignia(ahora le llaman pin, ya veis) de plata con el escudo de la Unión. Él a
su vez recibió de manos de Nino Cubelos una camiseta de la Deportiva
Ponferradina con el nombre de Ricardo y con el número ocho, recuerdo de su
pasado por el equipo de la capital berciana.
Todos se despidieron felices y con el deseo de celebrar el
próximo año un encuentro similar.