sábado, 1 de octubre de 2011
...y ahora que "chova"
Termina septiembre. Este ha sido uno de los septiembres
más calurosos y secos de los últimos años. Ya se han acabado todas las fiestas
veraniegas y las que rozan la entrada del otoño. Prácticamente también se
pueden dar por finalizada la vendimia. Y la campaña de la manzana sigue el
mismo camino.
Todos contentos porque la cosecha está recibiendo muchos elogios y
la climatología ha sido muy favorable para llevar a buen fin estas labores.
La zona del puente y el Cúa “luce
muy linda”. Asoman ya los primeros colores otoñales en las choperas y en el
Parque Municipal. Sin embargo, según podéis observar en la fotografía, el cauce
del río es mínimo. La falta de nieve durante el invierno y la escasez de
lluvias han provocado un estiaje muy pronunciado.
Necesitamos la lluvia. Ya puede llover a chaparrón y varios días
seguidos. El campo, los ríos y la atmósfera agradecerán su llegada. ¡Ah! Y las
castañas. Las castañas claman por el
agua urgentemente; agua para engordar, agua para que el fruto haga estallar los
erizos para el próximo magosto.
Y si la naturaleza no nos trajera
la deseada lluvia, ya sabéis, habrá que recurrir a nuestros más venerados santos para que intercedan en las
Alturas y nos la manden sin demora.
jueves, 29 de septiembre de 2011
Segundo día, y último, de la Feria de San Miguel 2011
La zona de feriantes estuvo más concurrida que ayer |
Las últimas horas de la tarde de hoy marcaron el final de la Feria de Sa Miguel del 2011. Lejos quedan los tiempos en que la feria duraba tres días y numeroso público llenaba la zona del Santuario de las Angustias.
En los últimos años se ha notado un notable descenso tanto de público como de ganado. Debería abrirse un periodo de reflexión para intentar buscar nuevos alicientes que llamen la atención del público y conseguir una mayor afluencia en años venideros .
Hoy, que celebramos la festividad de San Miguel, se ha notado un aumento considerable de feriantes y clientes respecto al día de ayer. Además de lucir durante todo el día un sol espléndido, el recinto ferial gozó de un buen ambiente de feria. A los puestos de venta instalados ayer se sumaron otros nuevos que completaron prácticamente el aforo de las instalaciones. Sin embargo descendió el número de ganaderos y tratantes con sus respectivos animales. Parece ser que la mayor parte de las transaciones se realizaron ayer y poco ganado quedó sin vender para la fecha de hoy.
Esperando a los clientes |
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Comienzan las Ferias de San Miguel de Cacabelos
La zona del ganado estuvo algo concurrida por la mañana |
Siguiendo la ancestral costumbre han comenzado ya las Ferias de San Miguel. La costumbre perdida ha sido la de celebrarse en los alrededores de la Iglesia de la Quinta Angustia. Por segundo año consecutivo se han trasladado, tanto el ganado como los comerciantes, a la nueva zona del mercado de ganado en la orilla izquierda del Cúa. Esta ubicación parece ser ya definitiva, según se desprende por la repetición del lugar. Me refiero a llevar hasta el nuevo lugar "toda la feria". Creo, sin lugar a dudas, que es el lugar idóneo para celebrar la feria del ganado. Se ha creado un lugar amplio y toda la infraestructura que exigen las autoridades sanitarias.
No estoy ya tan seguro que esta nueva localización sea la mejor para el resto de la feria. ¿Qué queréis que os diga? Si uno ha visto durante toda su vida celebrarse la feria a las faldas del Santuario, no puede estrañar a nadie que sienta cierta nostalgia del lugar y de las vivencias de tantos años allí. En el campo donde está el Museo del Vino se situaban los caballos, yeguas y burros; tratantes payos o gitanos. La alameda repleta de puestos de ropa y complementos. El atrio de la iglesia estaba tomado por los guarnicioneros. Exclusivamente en estos días se abrían las puertas de lo que hoy es el albergue de peregrinos para cobijar en sus soportales a los comerciantes de mantas de Val de San Lorenzo. Frente al templo enormes montones de ristras de cebollas y de ajos esperaban ser compradas para abastecer las cocinas bercianas. Y si tan esencial en una feria era y es el pulpo, entonces también lo era comprar avellanas recién cosechadas.
¿Puede ser lo mismo degustar una suculenta tapa de pulpo bajo una deslucida carpa de lona gris sin vistas que hacerlo contemplando la fachada y el esbelto campanario del Santuario de Nuestra Patrona? ¿A qué no? Pues eso.
¿Puede ser lo mismo degustar una suculenta tapa de pulpo bajo una deslucida carpa de lona gris sin vistas que hacerlo contemplando la fachada y el esbelto campanario del Santuario de Nuestra Patrona? ¿A qué no? Pues eso.
Cebollas pocas y clientes pocos |
En este primer día el panorama no ha sido demasiado
alentador. Muchos puestos de venta, pero muy pocos compradores. Tampoco creo que los puestos de venta de pulpo hayan
tenido hoy su mejor día en Cacabelos.
Un poco más concurrido estuvo el recinto del ganado, aunque también se echaba
en falta mayor cantidad del mismo.
Para mañana, día de
San Miguel, es deseo de todos el que haya una mayor concurrencia de
feriantes y de público en general.
lunes, 26 de septiembre de 2011
El albergue de Cacabelos cierra la temporada en octubre
Peregrinos esperando la apertura del albergue |
El albergue de peregrinos de
Cacabelos está a punto de echar el
cerrojo por este año. Quizá se mantenga abierto unos días más si la afluencia
sigue siendo numerosa. Desde mayo han pasado por sus instalaciones miles de
peregrinos. He visto muchas mañanas como algunos esperaban en sus
puertas antes del horario de apertura. Tienen siempre preferencia a
hospedarse los que van a pie; los ciclistas han de esperar a que haya plazas
vacantes más tarde.
La mayor parte de las críticas
sobre el albergue de Cacabelos, que pululan por foros y webs temáticas del
Camino de Santiago, son positivas a la hora de valorar sus instalaciones. Y
todas son positivas cuando se trata de valorar a los hospitaleros y hospitaleras.
Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Al atardecer me acerqué hasta las
Angustias y entré a charlar un rato con la hospitalera del turno de tarde. Le
tocaba a Mónica. Este año son cuatro,
tres chicas y un chico: Mónica, Begoña, Maira y Jesús.
Mónica está en la oficina
haciendo las últimas anotaciones del día en el libro de registro. No tendrá ya
la posibilidad de recibir más peregrinos. Ya hace rato que ha puesto el cartel
de completo, igual que viene sucediendo casi
todos los días de este mes de septiembre. Si aparece alguno, le aconseja seguir un poco más, apenas dos mil metros, hasta el albergue de Pieros.
- Sí, todos estos días tenemos
completo el albergue. En mayo empezamos teniendo plazas vacantes, igual que en
junio y julio. Agosto fue un mes más fuerte, pero en septiembre se ha notado
mayor número de peregrinos. Comenta Mónica a quien interrumpe un peregrino
solicitándole en inglés alguna información. Ella se la da, en inglés también, y
el peregrino se retira agradecido hacia su habitación.
- ¿Habías trabajado otros años de
hospitalera? ¿Cómo definirías este trabajo?
- A todos que me lo preguntan,
lo digo siempre: es un trabajo muy especial porque tratas con mucha gente de
distintos lugares. Pero la mayoría es muy agradecida. No considero que haga
nada más que cumplir mi obligación; como es atenderles, informar, etc. pero
siempre lo agradecen mucho, cualquier cosa. Luego quieren regalarte también
algo de lo que llevan, una galleta, una fruta...Estoy muy contenta haciendo este trabajo.
- ¿Has tenido algún gesto de
agradecimiento de algún peregrino después de haber seguido el Camino?
-Sí, la última ha sido una postal de una chica japonesa
que se puso enferma y yo llamé al médico y atendí como era mi obligación.
Interior del albargue. Todo está tranquilo. |
Cinco euros es el precio por persona. Y el peregrino se puede duchar
con agua caliente, tener acceso a
internet, hacer uso del lavadero, de la
máquina de café y bebidas, y lo más importante, unas sábanas limpias para
dormir en habitaciones dobles.
Hay mucha
variedad de peregrinos, y no me refiero a la variedad de nacionalidades. Se
puede encontrar el peregrino místico, el peregrino turista, el peregrino
alucinado, etc. Hace pocos días leí que existe una clase que yo desconocía: el
capulligrino.
- Mónica, ¿se albergan muchos capulligrinos en Cacabelos?
- A mí no se me han dado, suspira Mónica, la verdad es que no puedo quejarme. He
debido tener suerte porque no he tenido peregrinos de este tipo, ni problemas
con ninguno. Sólo, cuando abrimos en mayo, tuve que enfrentarme con uno que
perseguía a una peregrina hospedada aquí, pero que ya la acosaba desde antes de
llegar. Todo se solucionó bien.
- A veces se habla de las diferencias entre españoles y
extranjeros.
- No suele haber muchas. Quizá los españoles sean más
abiertos, pero puede ser debido al idioma. Los franceses pueden ser un poco más
cerrados. Se esfuerzan menos para hacerse entender.
- Aquí duermen cada noche setenta peregrinos, cada uno
hijo de su madre. Las normas deben de ser estrictas para que esto funcione.
-No hace falta decir las normas, la gente tienen un buen
comportamiento. Se les informa de las instalaciones y a los ciclistas del lugar
donde deben lavar las bicicletas.
-Hace dos o tres años un peregrino francés resultó muerto por atropello
una madrugada poco después de abandonar el albergue de Cacabelos.
- Sí, me lo han contado, yo no trabajaba aquí. Este
año, en mayo, se murió un peregrino canadiense cuando estaba acostado. Tuvo un infarto.
El médico nos dijo que fue una muerte repentina, que no sufrió. Tenía ochenta
años. Era de ascendencia gallega.
Mónica ha ido contestando a todas mis preguntas con
amabilidad y sin prisas. Yo iba de paseo y he interrumpido su trabajo. No le
importó dedicarme este tiempo. Ya empiezo a entender el por qué valoran tan
bien a los hospitaleros de Cacabelos
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