Un año más el barrio del Campelín cuenta con iluminación
navideña propia. En la festividad de la Inmaculada se encendió el árbol y el
belén que durante las próximas semanas ambientarán estas fiestas en el centro
de su plaza.
Como en años anteriores, aunque superándose en dificultad y
calidad, esta ornamentación comenzó a fraguarse nada más rebasar el seis de
enero pasado cuando oficialmente finalizan las fiestas. Meli Núñez comienza entonces
a cavilar cómo ha de ser el árbol del próximo diciembre. Pronto las ideas toman
forma y comienza el proceso de elaboración, como el de este año que exige inversión económica en material y
muchísimas horas de trabajo artesanal.
Y todo llega felizmente a su fin gracias a la colaboración de
personas muy afines, como su hermana Lucy, y otros familiares que ponen su
granito de arena también para proceder a la instalación.
Meli dando los últimos toques el pasado miércoles |
La unión hace la fuerza |