Han finalizado hoy las ferias de San Miguel, precisamente el
día que se celebra la fiesta del arcángel que les presta su nombre. El arcángel
San Miguel es jefe del ejército de Dios, el protector de la Iglesia…pero, por
lo que se ve, no de nuestras ferias de septiembre.
Desde hace unos años el tercer día de feria, el 30, ha
desaparecido. Si las imágenes de las últimas ediciones siguen mostrando la
misma progresión negativa en cuanto al número de comerciantes y de visitantes,
seguramente pronto se limitará la celebración a un solo día y después…cuánto
tiempo tendrá que transcurrir para que definitivamente desaparezcan.
No podemos permanecer por más tiempo padeciendo esta ceguera que nos impide ver la cruda realidad: las
ferias de San Miguel se mueren. Y se mueren porque ante los signos alarmantes
de la grave enfermedad que les afecta, permanecemos impasibles.
No es hora de lamentos y de echarse culpas unos a otros
buscando la culpabilidad. Todos somos culpables y todos debemos contribuir a
salvarlas, si es que interesa impedir su desaparición. Es preciso dejar de
mirarse al ombligo, como suelen hacer los políticos de uno y otro signo a la
hora de autoevaluarse, y elevar la mirada para buscar soluciones. Las ferias no
las salvarán unas siglas políticas; necesitan la ayuda de todos los estamentos
sociales y económicos de nuestro pueblo, además, por supuesto, de la
colaboración de los organismos comarcales, provinciales y autonómicos.
Los tiempos han cambiado. Las centenarias ferias de
Cacabelos cumplieron sus objetivos durante muchos años, pero no cabe duda que
ferias y mercados deben evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos. Es
preciso buscar y experimentar con nuevas alternativas. Así está sucediendo en muchas
localidades, incluso están naciendo otras –algunas en el mismo Bierzo en pueblos sin
tradición alguna ferial- que poco a poco van acreditándose. Y no hablemos de
municipios vecinos que nos están sorbiendo las sopas y, agazapados, esperan un
traspié de Cacabelos para hacerse con alguno de los eventos que tanto éxito
tuvieron aquí.
Tenemos tradición, tenemos ganada la fama de un pueblo de
ferias -esa batalla la tenemos ya ganada-, llevamos siglos celebrándolas …es un
legado que no deberíamos permitir que desapareciera porque estamos obligados a
mantenerlo. Nadie puede echarse atrás. El Ayuntamiento debe tirar del carro,
como principal organismo municipal, pero también deben implicarse los diversos sectores que conforman el
entramado comercial y social del
municipio.
El tiempo sopla en
contra, pero ¡por Dios! habrá que intentarlo.
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Tres jóvenes apicultores cacabelenses que apuestan por la alimentación sana y natural de calidad |
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Un libro es siempre una buena compra |
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Algunos puestos incitaban al trabajo. Quizá era mejor pasar de largo |
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Aunque en poca cantidad, las cebollas siguen presentes por San Miguel |
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Los ajos y las avellanas, artículos tradicionales de esta feria |