sábado, 14 de febrero de 2015

Arte medieval y pintura joven: dos nuevas exposicione del M.AR.CA.



Los cinco pintores con el Alcalde, la Directora del MARCA y la Directora del Curso

Desde esta mañana el Museo Arqueológico tiene abiertas dos diferentes y atractivas exposiciones. Una, repartida en cuatro salas, contiene una muestra de la pintura de la artista Sarín Blanco y otra de jóvenes pintores del Curso de Paisaje del pasado verano.
Sarín Blanco delante de una de su obras
Bajo el nombre EGO SUM MEDIEVALIS  la veterana ponferradina ofrece varias decenas de sus obras realizadas sobre tabla continuación de aquellas que se realizaban en la Edad Media. En ellas el visitante podrá observar delicadas escenas del mapamundi del Beato de Osma, el Cordero sobre el monte Sión del Beato de Silos, el abecedario del bestiario del Códice de Santo Martino, amén de otras  muchas de tema sacro civil, profano y galante.
Una serie de importantes códices facsímiles de M.Moleiro –Beato de Liébana, Fernando I y Doña Sancha, San Pedro de Cardeña…-completan la visita a esta exposición.
Para una mejor comprensión del mundo medieval el M.AR.CA. ha programado para las próximas semanas varios talleres específicos del arte de la Edad Media para el público infantil y adulto, conciertos y conferencias.
La EXPOSICIÓN COLECTIVA DE ALUMNOS BECADOS es una selección de pintura contemporánea de jóvenes artistas premiados con becas y menciones en el Curso Superior de Pintura de Paisaje 2014 celebrado en Cacabelos que dirigió la Doctora y Profesora Macarena Ruiz de la Universidad Complutense de Madrid.
Claudia delante de su autorretrato 

El cacabelense Pablo Caurel también fue seleccionado para esta muestra

Seis son los pintores que han colgado sus obras en el Museo Arqueológico: Claudia García García, Beca del Ayuntamiento de Cacabelos; Jesús Parras Chica, Beca José S. Carralero y Marta Pérez González, Beca del Instituto de Estudios Bercianos. A ellos se suman las obras de los alumnos que obtuvieron una Mención Especial del Jurado: Emilio José Marco Gomariz, Pablo Caurel Abad y Garasi Zambrano Priego.
Hasta finales de marzo se podrá visitar la muestra

viernes, 13 de febrero de 2015

R.I.P. Mariano Rodríguez Enríquez

Mariano fue uno de los pineros de La Unión Deportiva Cacabelense. En esta foto aparece, el primero de pie por la derecha, formando parte del equipo cuando se jugaba en el Campo de San Isidro, lugar que ocupa hoy el Instituto.
Mariano(izquierda) y Pablo "Canuta".
Esta segunda foto es del verano de 2012. Una de las últimas comidas de veteranos de La Unión a la que asistió Mariano y también Pablo "Canuta", a quien la salud la ha impedido seguir encontrándose con los antiguos compañeros futbolistas.
D.E.P.

Hablábamos de “El Señor de Bembibre”

Hablábamos el pasado martes de la novela El Señor de Bembibre  del escritor berciano Enrique Gil y Carrasco con motivo del bicentenario de su nacimiento y la declaración de 2015 como Año Romántico con el fin de celebrar el aniversario con diversos actos.
Esta novela narra los amores de don Álvaro y doña Beatriz con todos los ingredientes de la novela histórica del Romanticismo. Dejando aparte todos sus valores literarios, los cacabelenses siempre hemos presumido de ver citado nuestro pueblo ya en la primera página del libro: En una tarde de mayo de uno de los primeros años del siglo XIV, volvían de las Ferias de San Marcos de Cacabelos tres, al parecer, criados de alguno de los grandes señores que entonces se repartían  el dominio del Bierzo.
No es la única obra en la que Cacabelos aparece citado. En una entrada del 22 de junio de 2012 recordábamos en este cuaderno otra-La Niña de los embustes. Teresa de Manzanares (1632)-incluida en la novela picaresca, género literario satírico de creación española. Podéis leer más en el enlace La Niña de los embustes.
El autor, Alonso de Castillo Solórzano, elige Cacabelos como lugar de nacimiento de la madre de Teresa en unas líneas llenas de gracia e ironía: ...yo comienzo mi historia con referirle, que si bien me acuerdo, tuvo su patria en Galicia, en la villa de Cacabelos. Su padre se llamaba Payo de Morrazos y su madre Dominga Morriño. Mi abuelo no era bien tino en gallego, sino de los asomados al reino, quiero decir de los ratiños (era el apodo con el que se conocían a los bercianos allá por el siglo XVII), que ni son de Dios ni del Diablo; que como en los bizcos está dudoso a qué parte miran, así él, ni bien era cristiano ni dejaba de serlo; tan bárbaros hombres se hallan tal vez en aquellas tierras
Vino a Cacabelos con una partida de vacas(a una feria que allí se hace cada año) y halló repastando otra, cuya guarda era Dominga Morriño, mi señora abuela....
En tan bucólicas circunstancias no fue extraño el enamoramiento y la consecuencia: el embarazo de Dominga.
...llegóse el noveno mes y salió a luz el valor de Galicia y la gala de Cacabelos, que fue mi madre,  a quien pusieron de nombre Catuxa...

Es en otra novela picaresca, en este caso la última novela picaresca francesa del siglo XVIII, donde Cacabelos vuelve a formar parte de la trama. En el  Capítulo III de Historia de Gil Blas de Santillana del francés Alain-René Le Sage, el protagonista recala en la villa en su viaje hacia Salamanca. Los acontecimientos comienzan en un mesón que está a la entrada del lugar, esto es, un poco fuera de él. Algunos quieren identificarlo con la actual Moncloa de San Lázaro, pero esa es ya otra cuestión.
Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura en 1989, nombra a  Cacabelos en uno de los escritos recogidos en El gallego y su cuadrilla, concretamente en el titulado Esteban Dupont IV, barbero: Esteban Dupont abrió la barbería de sus sueños y se casó con Rosiña la de Cacabelos, una moza garrida y algo tartamuda que había tenido tres descuidos: Rosiña, Camiliño y Santiaguiño.
La relación podría alargarse más, incluso añadiendo libros de viajes, guías, etc. pero se haría demasiada extensa esta entrada. Sin embargo es imprescindible citar a dos escritores bercianos: Antonio Pereira y Raúl Guerra Garrido. El poeta, novelista y cuentista  villafranquino desarrolla parte de la narración La Orbea del coadjutor en Cacabelos. Y el madrileño-cacabelense Raúl Guerra en varias de sus obras convierte el pueblo de sus padres y abuelos en el lugar por donde se mueven algunos protagonistas: El año del wolfran, Viaje a una provincia interior o Cuaderno secreto.
No creo que puedan presumir de un currículum semejante muchas localidades  de nuestro entorno e incluso (de vez en cuando hay que exagerar) del mundo mundial
















jueves, 12 de febrero de 2015

El M.AR.CA. dobla la oferta de exposiciones en febrero



El sábado, día de San Valentín, el Museo Arqueológico inaugura dos exposiciones temporales: EGO SUM MEDIEVALIS y COLECTIVA DE ALUMNOS BECADOS.
EGO SUM MEDIEVALIS es una exposición de la artista y restauradora Sarín Blanco que nos retrotraerá a la Edad Media. Su exquisita pintura sobre tabla es continuadora de las miniaturas medievales que representaban temas sacros, civiles, profanos y galantes.
Cuatro salas acogerán la obra de la ponferradina que se verá acompañada por una selección de obras de Moleiro Editor, la empresa con más prestigio en todo el mundo, especializada en la reproducción de códices, mapas, obras de arte entre los siglos VII y XVI.
La EXPOSICIÓN COLECTIVA DE ALUMNOS BECADOS acoge obras de varios de los pintores participantes el pasado verano en el Curso Superior de Pintura de Paisaje y que fueron becados al final del mismo. Tendremos ocasión de contemplar pinturas de los cacabelenses Claudia García García y Pablo Caurel Abad, además de las de Jesús Parras Chica, Marta Pérez González, Emilio José Marco Gomariz y Garasi Zambrano Priego.
Ambas exposiciones serán inauguradas a las 12’30. La primera permanecerá abierta hasta el 31 de marzo y la segunda hasta el 1 del mismo mes.
La oferta del Museo Arqueológico en febrero no se verá limitada a estas dos exposiciones. Durante los fines de semana continuarán los talleres infantiles EDUCA MARCA, en esta ocasión dedicados al mundo medieval. Y el día 21 una conferencia complementaria a la exposición Ego… a cargo de Benigno Irías de Moleiro Editor, Del Beato de Liébana a la Biblia Moralizada de Nápoles: un recorrido por los manuscritos iluminados más bellos de la Edad Media.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Cacabelos en la prensa

Enlace a Bierzodiario: La programación del V Centenario de Santa Teresa llegará a 12 localidades bercianas

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CXXXIX)

Foto/Archivo de Cristóbal Rionda


Desde Castroventosa agradezco a Cristóbal Rionda Fernández el envío de esta entrañable fotografía.  Vivió en Cacabelos en la década de los 70 del siglo pasado (seguramente muchos jóvenes de aquellos años recordaréis también a su hermana Covadonga). Cristóbal estaba muy integrado en el pueblo, era un chaval muy activo y participativo.  Gracias a castroventosa,  según me comunica en un correo,  mantiene el contacto con Cacabelos, sorprendiéndose en ocasiones de reconocer todavía a algunos de sus compañeros y vecinos del pueblo.(Carlos de Francisco)
PIRAGUISTAS
 Antonio Esteban González

Hace años -no muchos- en Lugo, en mi época de periodista deportivo para la Cadena de Ondas Populares -COPE, la Radio de los curas- tuve amistad  con uno de los mejores palistas españoles -olímpico y medallista-Ramos Misioné. Me habló de lo duro y sacrificado que era remar   un día y otro día y otro día más. Yo le dije a Luís Gregorio -Ramos Misioné se llama Luís Gregorio- que, allá por los años sesenta del siglo pasado también había sido piragüista. Y lo explico ahora: Paco Tapia, padre de Paquito Tapia que jugó en la Unión, ejercía como delineante en Cementos Cosmos y diseñó una piragua para un grupo de amigos, que sería la envidia de muchos cuando navegásemos el Burbia en el Pozo Cantón. Era un diseño perfecto, propio de un calafate que son,  -los calafates-  en la marina, quienes diseñan y se ocupan de la construcción de botes, barcas, barcazas, lanchas y lanchones y -supongo-piraguas.
Aquel diseño perfecto fue forrado con lona, una lona que provenía del decorado de una obra de teatro  -¿DE DÓNDE VIENES, MANOLO?-  que había sido puesta en escena en el Cine Benamor, en mil novecientos cuarenta y ocho.
Llevamos la piragua al río. La botamos -había sido bautizada con el sonoro nombre de CABALLO LOCO y al tocar agua, se hundió. La lona, podrida, no resistió.
Ese fue mi primer contacto con las piraguas. Años más tarde en Villafranca formé parte del CIT y pusimos en marcha el descenso del Río Valcarce, río de agua, sino turbulentas, sí, semisalvajes o, al menos, bravas.
De aquel CIT  -Centro de Iniciativas Turísticas-  solo quedó Antonio, el cartero, precisamente el hombre, a la izquierda de la foto, que era Delegado Federativo y que, a lo que parece pasó a formar parte de los piragüistas de Cacabelos. Con él, en la foto, vemos a Juanjo (Epi), Javi Balboa y José Luís Prada. (Reconocemos además a Juan Carlos (Pituso), Sergio Valín, debajo Roberto Omar, Juan Carlos Tomé, Julio y y a Cristóbal Riondas, un alumno del Instituto de Cacabelos que pasó alguna temporada entre nosotros.
Una foto que, como otras muchas, nos recuerdan un tiempo feliz en el que la villa llevaba su nombre por los ríos de España. Queda ese recuerdo.