Los andarines, aún agrupados, caminando por el paseo del Cúa |
La popular carrera de San Silvestre se adelanta un día en Cacabelos. Así que este sábado se celebró un año más con la aportación de alimentos no perecederos como pago por la inscripción por parte de los participantes.
Carrera para unos, los más rápidos, y caminata para otros comenzaba a las once de la mañana en la Plaza de San Isidro. Corredores y andarines se fueron hasta Quilós para regresar a Cacabelos y llegar a la meta situada en la Plaza Mayor. Allí les esperaba un reconfortante chocolate con churros como recompensa. Algunos sumaron algún premio más al ser premiados por sus disfraces.
Grupo premiado Manolo entregando el premio a otro de los grupos premiados Premio al disfraz más humorístico