Foto de familia final: los naranjas son Pinturas Alfredo y los verdes, por lo tanto, Búcaro. |
La pasada tarde todos los ojos
estaban puestos en lo que sucedía en el Bernabéu con el resultado final que la
mayoría ya conocéis y que yo soy incapaz de poner por escrito.
¿Todos miraban hacia el Bernabéu?
No, unos pocos estaban pendientes de lo que sucedía en el pabellón deportivo de
Cacabelos. Allí se disputaba el clásico local: Pinturas Alfredo Núñez-Búcaro.
Después de diecisiete años –hasta el bar Búcaro que da nombre a unos de los
equipos ya desapareció hace años- ambos equipos se siguen enfrentando –es un
decir- en verano y a finales de otoño.
El de hoy tuvo sus prolegómenos
durante la mañana. Jugadores, familiares y amigos hicieron juntos la ronda de
vinos; comieron en el Apóstol; jugaron unas partidas al cabrón y…disputaron el partido. ¿El resultado? 3-2 a favor de Pinturas Alfredo Núñez, aunque quizá sea el dato menos importante de la jornada (Ocho años llevaban sin ganar los naranjas, me indica un chivato con socarronería).
Después de la ducha retomaron en
completa hermandad la ronda de vinos antes de recalar en el mesón Los Arcos
para cenar y tomar fuerzas para una noche de fiesta.
Ni los messis ni los ronaldos se
lo pasan tan bien como esta pandilla.