PRADA ESTALLA CONTRA
LOS NUEVOS PARQUES EÓLICOS: “¡YA ESTA BIEN DE AGUANTAR!
La Fundación Prada A Tope se posiciona ante la proliferación
de parques fotovoltaicos en El Bierzo
La Fundación Prada A tope quiere
poner de manifiesto el impacto que acarreará para el desarrollo del medio rural
y agrícola del Bierzo la proliferación de grandes parques eólicos y fotovoltaicos
como los que en el último año han ido conociéndose en diversos municipios de la
comarca y que tienen en común la ocupación de enormes extensiones de tierras
cultivables y, en muchos casos, de regadíos recientemente modernizados.
La Fundación Prada A Tope no está en
contra de las energías renovables, pero en sus valores fundacionales, en su
espíritu y su filosofía está la preservación del medio natural, el paisaje, la
arquitectura tradicional, así como mantener la riqueza agrícola de siempre de nuestra
comarca en toda su extensión.
En esa línea trabaja la Fundación desde
hace muchos años tratando de dar ejemplo como una realidad incontestable como
es la plantación de 5.000 árboles de 53 variedades forestales en 90.000 m2 (de
momento) como espacio público de libre acceso para disfrutarlo. Es muy poca
cosa, desde luego, pero el caso es concienciarse y empezar…
Las energías renovables son el
futuro, por supuesto, pero esta comarca ha sufrido y aguantado en sus carnes
las consecuencias medioambientales de casi un siglo de la extracción del carbón,
de la pizarra, del hierro, de las canteras. Cuando la actividad ya no es
rentable, se abandonan y lo único que queda es suciedad, escombreras, mejor
dicho… mierda. Cielos abiertos abandonados como los del Bierzo Alto o la gran
corta que dejó Victorino en Fabero o espacios como San Miguel de la Dueñas tras
las explotaciones de hierro, las escombreras de Torre e Igüeña y no digamos las
que dejan las pizarreras en La Cabrera, o el desbarajuste que dejó Martínez
Núñez en la cantera al lado de Las Médulas; o los escombros que tenemos que
tragarnos con el abandono de las térmicas de Anllares y Cubillos, o aquí mismo,
en el valle de Vilela de Villafranca, un paisaje precioso que resaltaba la
monumentalidad de la “Pequeña Compostela” y que ahora está ocupado por naves
abandonadas (decían que se crearían muchos puestos de trabajo) y lo único que
quedó es un paisaje deteriorado, imitando los extrarradios de las grandes
urbes, ¡increíble!. Sí, así es, aquí en el epicentro del Bierzo…
Los proyectos de grandes parques
fotovoltaicos que nos están invadiendo lo realizan empresas multinacionales que
buscan oportunidades de negocio en toda España y que necesitan fundamentalmente
dos cosas: sol y redes eléctricas para comercializar esa energía. Ellos van a
los suyo, a buscar la máxima rentabilidad por encima del deterioro del paisaje,
de la agricultura y por encima del medio natural… ¡Esas
cosas ya no son de recibo con el avance imparable de la tecnología ni del
progreso de la sociedad del futuro! A nadie se le escapa que en El Bierzo tienen una ventaja competitiva
y atrayente: las redes eléctricas que han dejado aquellas centrales térmicas
apagadas y las hidroeléctricas, con sus subestaciones listas para absorber esa
energía. Es precisamente la proximidad a estas líneas eléctricas lo que hace apetecible
el centro de la hoya berciana, justamente las tierras que tienen posibilidades
agrícolas, donde están los viñedos históricos y donde están, incluso los
regadíos.
Eso es algo que escandaliza fuera de
nuestras fronteras: hace unos meses el presidente de la Organización
Internacional de la Viña y el Vino con sede en Paris, el Sr. Pau Roca, invitado
por nuestra Fundación para visitar la comarca se quedaba maravillado con el
paisaje de los viñedos del Bierzo, al respecto nos comunicó que: se
reuniría con su equipo para conocer en qué estado se encontraba el trabajo de
la OIV en las cuestiones de conservación
del patrimonio vitivinícola para insistir en el alcance paisajístico y
patrimonial que tienen los proyectos de conducción de energía eléctrica generados
por parques eólicos y de otra naturaleza. Lo decía alguien que conoce los viñedos de Australia, de
Sudáfrica, de Chile, de Francia, de Italia, etc.
Uno de estos proyectos de parque
solar en promoción, que se quieren instalar aquí mismo en el epicentro del
Bierzo, bajo el nombre de “Cacabelos Solar”, ocupará 66 hectáreas. Para
hacernos una idea gráfica, es lo mismo que el Barrio de La Rosaleda de
Ponferrada en su conjunto. Este parque solar generará unos puestos de trabajo
en su construcción e instalación, pero una vez puesto en marcha la mano de obra
de mantenimiento será de una o dos personas. Si se llevase a efecto, el impacto
paisajístico es incuestionable y lo que es peor, permanecerá para siempre, ya
que en el futuro su concesión se prorrogará, y si el negocio no fuese lo
suficiente rentable, lo dejarán todo abandonado, no se gastarán ni un euro en
regenerar el lugar del que se aprovecharon. Esto es lo que hemos padecido y
sufrido hasta ahora… ¡ya está bien de aguantar!...
Nos preguntamos: ¿merece la pena
ocupar tamaña superficie de tierra cultivable para tan poco rendimiento en
puestos de trabajo? Porque además de las 66 hectáreas, en el medio del Bierzo,
su impacto visual, con sus vallas de protección incluidas, afectará a todos los
linderos de la zona que verán mermada la valoración de su patrimonio…
La Fundación sostiene y afirma que
además de los bosques y las zonas habitadas, tienen que estar libres,
inexcusablemente, de estos grandes parques las zonas de regadío. Sin ir más
lejos, en esta zona, el Canal Alto del Bierzo terminó su renovación en 2015
después de invertir más de 21 millones de euros que fueron financiados por el
Estado y la Junta de Castilla y León... la mayor parte proveniente de fondos
europeos. ¿Tiene esto sentido? Nosotros creemos rotundamente que no, que
es un despropósito, eso es malgastar el dinero de todos sin ton ni son...
Energía solar, sí, claro que sí. Pero
no en estas zonas que nos hacen un lugar único, paisajes extraordinarios que son
la envidia de quien visita nuestro Bierzo por primera vez y que, los
Ayuntamientos, el Consejo Comarcal, la Diputación y la Junta están tratando de
fomentar con acierto un turismo de
calidad que hoy por hoy es la gran baza a jugar en El Bierzo, aprovechando el
tirón de las 7 marcas de calidad que son la punta de lanza de una agricultura y
viticultura real que son la línea a seguir para mantener la tan cacareada y
manoseada sostenibilidad con la que todo dios se está llenando la boca
ahora porque es la moda…. No es de recibo propugnar la defensa del paisaje y
de la agricultura como medio de vender Bierzo y a la vez cerrar los ojos ante
proyectos tan devastadores para el medio natural como este.
Por eso no podíamos guardar silencio,
porque iría en contra de nuestra razón de ser y sería una traición a la
trayectoria de más de cincuenta años defendiendo la tierra que pisamos. De todos
nosotros, de los bercianos y leoneses, depende que cuidemos y mimemos hasta la
extenuación nuestra tierra, es lo mínimo que podemos hacer ya que tenemos la
obligación de dejar a nuestros descendientes un futuro y medio natural digno
para que puedan disfrutarlo… es nuestra responsabilidad.
Ya tuvimos y tenemos demasiadas
experiencias sangrantes para que nos dejemos llevar por la inercia y la dejadez
una vez más…. eso no, ASÍ NO.
No debemos hipotecar esta fuente de
riqueza que es el paisaje tan peculiar destrozando la agricultura y viticultura
que tenemos para proveer de energía a los grandes núcleos de población y dejar
nuestros pueblos abandonados a la buena de dios, como hasta ahora está pasando.
Mucho hablar y hablar desde todos los foros de que el mundo rural se queda sin
gente (la España vaciada), pero a la hora de la verdad todo son palabras
y afirmaciones vacías dictadas desde la ignorancia que da el desconocimiento de
la vida de nuestros pueblos.
Es una pena, pero es lo que hay… ni
más, ni menos…
Hace
un mes la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO) ha concedido a las Montañas de León, incluido El Bierzo, como Sistema
Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), la máxima distinción que
identifica espacios únicos que destacan por sus valores paisajísticos,
agronómicos, culturales y antropológicos.
Creemos que con esto está todo dicho…
Por la Fundación: José Luis Prada