Zaira debutó en el pabellón de Cacabelos compitiendo en el VII Trofeo |
Muchos aficionados a la halterofilia, espectadores del VII
Trofeo Ayuntamiento de Cacabelos, fueron testigos el pasado 14 de abril del
nacimiento de una nueva estrella de este deporte al que tantos éxitos ha dado la
tierra berciana.
Tras abrirse las cortinas que dan acceso a la tarima donde se
competía, apareció una decidida y avispada niña con gafas de montura negra dispuesta
a comerse el mundo. Era Zaira: Zaira Méndez Alba, la hija pequeña de Roberto y Manoli que, casi se podría asegurar, revolucionará el deporte de las pesas como ya lo hicieran
anteriormente los cacabelenses Matías Fernández y Mª Emma López Crespo. Por no
hablar de la supercampeona Lydia Valentín de Camponaraya que ni necesita
presentación.
Faltan años para confirmar la superclase que en potencia habita
en Zaira. Isaac Álvarez, director de la Escuela de Halterofilia de Camponaraya,
enumeró después de seguir sus entrenamientos los calificativos más destacados de esta nueva deportista: buena actitud, ágil,
fuerte, responsable…
Cuando hace unos años acompañaba a Manoli -su madre-, quien
por razones de su cargo municipal debía estar presente en el desarrollo del
trofeo de halterofilia, descubrió este deporte con apenas seis años y dijo con
firmeza:
- Yo quiero hacer eso, contemplando como levantaban los mayores
en el pabellón deportivo municipal.
Escuchó a la pequeña otro enamorado de la barra y las pesas, activo
colaborador de la citada escuela de Camponaraya, Juan López, el padre de Mª Emma.
-¿Quieres hacer eso? Pues te vienes
un día a Camponaraya y pruebas. Y hasta hoy.
Entrena todos los martes. Puede faltar a otras actividades,
pero el entrenamiento es sagrado. Con su abuelo Luis viaja cada semana a la
localidad vecina.
El resto de la semana está todo ocupado para esta futura
Lydia Valentín en el deporte y científica en su vida profesional:
-Quiero ser científica para ayudar a los demás (Cómo os quedáis)
me dice mientras charlamos sentados a pie de suelo en el patio de Educación
Infantil.
Las mañanas está en el Colegio de Cacabelos, donde, por
cierto, saca muy buenas notas y tiene como asignatura preferida Plástica. Las
otras tardes las pasa en la Escuela de Música y se toma las clases con
tranquilidad, como un relax.
Queda libre el sábado, un día para ella muy especial. Se va a la casa de su abuelo para estar con él.
-Me lo paso muy bien allí.
Por detrás, y como si fuera la voz de la conciencia, apunta su madre:
-Di la verdad, Zaira.
¿Por qué te gusta tanto ir a casa del abuelo? (Condescendiente Manoli y
alargando la frase mientras Zaira esboza una sonrisa turbada) Porque te deja hacer lo que te da la gana.
Durante la presentación de los más jóvenes participantes en el VII Trofeo de Halterofilia de Cacabelos |
Zaira estaba muy ilusionada con poder colaborar en este
último trofeo celebrado en Cacabelos. No
se consideraba preparada para pisar la tarima y levantar la barra. Fue Isaac
quien dijo que nada de ayudar, sino que estaría en el pabellón cacabelense para
competir, como así fue: debutó y en su pueblo. Tres levantadas en la modalidad de dos tiempos (15, 17 y 19 Kilos) fueron las primeras marcas oficiales conseguidas en competición.
-Quiero ser como Emma y ganar como Lydia.
Ocho años tiene la niña.