jueves, 22 de septiembre de 2011

Esto no es Cacabelos

Furgoneta paseándose delante del Congreso de los Diputados
No, la fotografía no es de Cacabelos.Lo aclaro en principio por si hay alguna duda  o discusión familiar tratando de localizar la calle en nuestro municipio. Ni el edificio de la izquierda es el Instituto, ni al fondo está el campanario de la Iglesia de la Plaza. Son el Congreso de los Diputados  y los Jerónimos de Madrid.
. Procuro solamente publicar temas relacionados con Cacabelos, pero me resistía a guardar esta foto que saqué en Madrid hace unos días. La furgoneta bajaba por la Carrera de San Jerónimo hasta la Plaza de las Cortes para enviar el mensaje a sus señorías.
Aunque está ampliada la parte trasera del vehículo, podéis picar encima para leer mejor.

Tenemos que aprender a ahorrar

 Enlace a Diario de León:

Cacabelos recorta las bombillas

lunes, 19 de septiembre de 2011

David Díaz, un cacabelense en la estela de Ramón y Cajal


Después de una semana de noticias locales desagradables y luctuosas tenemos hoy  un tema muy grato y positivo. Quizá un poco más extenso de lo habitual, pero os animo a llegar hasta el final, el personaje no defraudará.
En una entrada del 5 de julio pasado resumía la charla que había tenido con Jenni y adelantaba que estábamos en un año de buena “cosecha” de jóvenes talentos cacabelenses.  Hoy quiero que conozcáis un poco a David. Como en su momento Jenni,  se mostró un poco sorprendido en principio por mi interés en charlar con él para este cuaderno. Él y Jenni no se ven como ejemplos de nada, consideran normal el esfuerzo realizado por ambos hasta ahora. Apenas conceden mayor  mérito a los logros alcanzados en sus carreras universitarias.
David Díaz López es otro veinteañero de nuestro pueblo que ya puede pasear desde hace unos meses su título de doctor, en este caso, Doctor en Biología. La gente joven no tendrá dificultad en identificarlo. Para los “mayores”, que controlamos menos a estas nuevas generaciones, os diré que es el hijo de Paloma y Secundino.
Es muy fácil y agradable hablar  con David, tiene una conversación espontánea y muy fluida, no exenta de cierto grado de humor y sarcasmo.
-Siempre fuiste, tanto en el Colegio de la Quinta Angustia como en el Instituto Bergidum Flavium, un alumno muy querido por los profesores y también por tus compañeros. Buen estudiante, buen alumno, buen compañero...
- No creas, también tuve mis broncas con compañeros y mis rebeldías adolescentes(matiza la palabra rebeldía y añade: “pocas”).
- Pero tú te salías del guión. Tenías muy buenas notas, buenas relaciones con profesores y los compañeros no te clasificaron como el típico empollón.
- Es cierto, está mal que yo lo diga, sacaba buenas notas,  pero nunca dejé de ser uno más de la clase. Tuve muchísimos amigos, practiqué deportes con mis compañeros y también traté siempre de  ayudar a los que me lo  pedían. Aun hoy algún antiguo compañero me agradece esa ayuda. No se trataba de “chivar” en los exámenes, no. Trataba de ayudar a prepararlos, explicar alguna duda, dar alguna clasecilla particular...Lo curioso es que esta ayuda me la pedían, no sólo los amigos, sino también los más trastos de la clase.
 -Hace pocos días me contaba un antiguo compañero tuyo que gracias a tus ayudas algunos finalizaron los estudios en el Instituto y pudieron hacer una carrera universitaria, entre ellos quien que me lo contó.
- De alguna manera, dentro de la “manada de la jungla de la clase” yo era una pieza valiosa para ellos.
- ¿Y por qué crees que los profesores te estimaban tanto?
-Sacaba buenas notas y no era un alumno conflictivo. La verdad es que el sentimiento es mutuo. Durante toda mi vida he tenido que oír auténticas sandeces sobre los profesores del Colegio o del Instituto: que si no hay nivel, que si los profesor son de pacotilla, etc., etc. Bueno, siempre hay alguna oveja negra, sobre todo a  los ojos de un niño o de un adolescente. La inmensa mayoría de mis profesores fueron magníficos docentes y si he llegado a donde he llegado es, en gran parte, gracias a ellos. Y no soy el único que lo dice.
-Tu  expediente académico te permitía entrar en cualquier carrera universitaria. Sé que por un error ,del que tú no fuiste culpable, no pudiste iniciar medicina y elegiste biología.
- Barajé mil carreras, incluida Biología. En su día barajé también varias ingenierías e incluso medicina. Esta última no la cursé por un caso un poco raro. Entonces me enfadé mucho y hoy, sin embargo me río. Además, creo que cuando pasan las cosas por algo será y tenemos que afrontarlas con humor y la mejor actitud. Lo siento, soy optimista por naturaleza.
- Cambiaste totalmente tu vida: domicilio familiar con tus padres por un colegio universitario;  Cacabelos por Salamanca; un pequeño instituto por una prestigiosa facultad. Tuvo que ser impactante la llegada a  Salamanca.
- Mi primera impresión de la ciudad ya fue en una excursión que hicimos cuando estábamos en 2º deBachillerato.. Fue entonces cuando decidí estudiar en Salamanca. La ciudad me había hechizado Cuando llegué el primer año, conocí primeramente a mis compañeros de la Residencia Universitaria Fray Luis de León. Allí me quedé durante los cinco años de carrera y me fui con tristeza. Sólo tengo buenos recuerdo de ese lugar donde hice grandes amigos. Con algunos vivo actualmente y con otros sigo la amistad en la distancia. Fue mi casa en Salamanca, mi segunda familia.
- La entrada en la facultad y el día a día, imagino, te habrán ido marcando en estos cinco años.
- Empecé con cautela, todavía indeciso y barajando cambios, pero a lo largo del primer año me dije:¡esto es para mí!.
- ¿Quedaron atrás aquellas dudas que tenías sobre tu vocación?
-Sí, rotundamente, en ese primer año supe que ya que aquello ere mi vida profesional. Recibí una formación excelente. Tengo que volver a elogiar a mis profesores. Salvo algún “cantamañanas”. Nunca tuve el típico “catedricazo” que sienta cátedra y las cosas son sí porque sí. Han sido la mayoría muy cercanos y comprensivos.
- David, como sabes, he tenido cierta información de tus andanzas salmantinas. Siempre me llamó la atención tu entrada tan pronto en el laboratorio; no para hacer prácticas como alumno, eso sería lo normal, sino como colaborador e investigador. Algo vieron ya en ti para echarte el lazo tan pronto.
- En primero de carrera cursé una asignatura de libre elección bastante compleja, “Introducción al conocimiento del cerebro”. Ahí comenzó mi interés por la neurociencia. Y aunque ese mismo año hice un par de cursos relacionados con la investigación, fue en el verano del segundo curso cuando entré en contacto real con la investigación. El entonces Decano de la Facultad(fue mi jefe, Rector de la Universidad, y actualmente Director de Cultura de la Junta de Castilla y León), José Ramón Alonso, me preguntó si me interesaba quedarme el mes de julio “cacharreando”, como nosotros decimos, en el laboratorio. Acepté y comencé a “hacer manos”( en el  argot propio) en las diferentes técnicas de laboratorio. Y desde aquel verano hasta hoy.
- Sé que tuviste alguna que otra propuesta.
- Sí, recibí algunas de otros laboratorios y departamentos, pero..., amigo, este grupo trabajaba en sistema nervioso y eso era lo que me gustaba. Así comenzaron mis andanzas en el Departamento de Biología Celular y Patología, inscrito al Instituto de Neurociencias de Castilla y León, el INCyL.
- Y en cinco años te licencias con un expediente académico de quitarse el sombrero. Tan bueno es que te conceden el Premio Nacional Finde Carrera. Pocos son los elegidos, David. Personalmente creo que no conozco a ninguno.
- El momento de acabar la carrera fue maravilloso, muy emotivo por la graduación y, a la vez, triste por tener que separarte de amigos a los que muchos no volvería a ver. Con otros sigo en contacto muy cercano, sobre todo con los que siguen en Salamanca.
El premio fin de carrera fue un HONOR con mayúsculas. Fue uno de los momentos más gratificantes de mi vida, sientes que te valoran lo que has hecho. El acto de entrega no me gustó tanto. La Ministra de Educación o de Cultura, no sé  qué tocaba en aquel momento, pronunció un discurso totalmente politizado. El acto fue muy frío...y el vino que sirvieron era malo(se ríe con sorna David).
- Poco tiempo antes te habían entregado el PremioExtraordinario de Grado por la tesina. El acto de entrega llegó a emocionarte hasta la médula y sé que por dos motivos fundamentalmente.
Pues para mí fue todo mucho más emotivo. El acto se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca...y con la actuación  del Coro de la Universidad del que yo formaba parte( Sus compañeros le obsequiaron con una  sonora ovación cuando salió de la formación para recoger el premio). Además me lo entregó el Rector que era mi jefe. Se saltó el protocolo y me plantó un abrazo delante de todo el mundo. Sí, me emocioné, imagínate.
- Y sin descanso te metes de lleno a preparar el doctorado.
- Fue un momento “friki”(David vuelve a reírse). El master de postgrado y el programa de doctorado tenían el mismo nombre: “Neurociencias”. En el master aprendí muchísimo, éramos un grupo reducido y muy bien avenido. Déjame decirte que, a mi juicio, una de las pocas cosas buenas del nuevo Plan de Bolonia son los postgrados. Trabajé lo indecible. No tenía tiempo material para investigar. Fueron muchas clases, muchos trabajos, mucha preparación de presentaciones. Hasta dejé de estudiar alemán ese año, no tenía tiempo material. Aprendí mogollón y no sólo cosas del cerebro y tal (no quiere abrumar con la terminología científica), sino a desenvolverme en presentar y defender un tema.

- Ahora eres ya todo un DOCTOR. El título de tu tesis doctoral se las trae: “Terapia celular en el sistema nervioso central: recuperación estructural y funcional en un modelo murino de muerte neuronal selectiva”. Ahí queda eso.  Ahora tendrás que traducirlo un poco al cristiano.
- Mi tesis va de transplantes celulares. Hoy sabemos que las enfermedades neurovegetativas son terribles: Alzheimer. Parkinson, esclerosis múltiple, demencias...Bien, lo mío es trabajar en un modelo de ratón que pierde ciertos tipos de neuronas y esto le provoca, entre otras cosas, una ataxia(dificultad de movimientos) severa y pérdida de capacidad olfativa(sentido imprescindible en los ratones). No es una investigación aplicada a una enfermedad humana, sino el paso previo: la investigación básica o  traslacional.
- ¿Dónde está la  novedad que aportas en tu investigación?
En el desarrollo de una terapia bastante innovadora. Utilizo células madre de la médula ósea para reponer las neuronas perdidas o bien proteger a las existentes para que mueran menos o al menos más lentamente. Voy al grano. El ratón se mueve mejor, mejora el olfato y pierde menos neuronas.
- ¿Cómo  puedes trasplantar células de la médula ósea? Son células de sangre, sin embargo tú trabajas con neuronas.
- Sí, puede sonar curioso. Sorprendentemente se pueden transformar(transdiferenciar, en nuestra jerga) las células de sangre en neuronas, o bien fusionarse con neuronas ya formadas. Y desde el momento que se puede lograr esto, puedes pensar en todas las aplicaciones que se te ocurran. Además son un tipo de células muy conocidas, de fácil acceso y manipulación, son células madre adultas, lo que elimina problemas éticos, legales, etc.
-Durante este tiempo has viajado por varios países. Pasaste una temporada en París y me hizo mucha gracia entonces oírte que habías viajado con “mis ratoncitos”.
- En principio no quise irme de Erasmus, sabía que saldría durante la tesis. Quería formarme de forma completa en Salamanca.
Hice dos estancias durante la tesis. La primera en Munich, en el Helmholtz Zentrum. La segunda en París con mis animalitos en el Instituto Pasteur. Fueron experiencias estupendas, tanto en lo académico(obtuve resultados valiosísimos para mi tesis) como en lo personal. Especialmente en Munich.
- Jenni también me habló muy bien de los alemanes y la buena acogida que tuvo en Alemania para realizar su tesis.
- He comprobado, en contra de lo que se dice, que los alemanes, especialmente los muniqueses, son personas extraordinariamente cálidas y acogedoras. Hice muchos amigos allí y he vuelto para visitar.
- La importancia de conocer otras lenguas está fuera de toda duda. Tú, en mayor o menor grado, te defiendes en inglés, alemán y francés. ¿Pudiste confirmar en tus viajes que es imprescindible poder comunicarse con gente de otros países para vuestro trabajo?
- En ese sentido me vinieron muy bien  los conocimientos que tenía y las estancias en Alemania y Francia para practicar y ampliar conocimientos. En España estudié tres años alemán, además del consabido inglés,  y en Munich pude refrescarlo. Es un idioma muy complicado, pero precioso, según mi opinión. Pasé luego al francés, que para un español siempre es más fácil. La estancia en París también en ese sentido me vino genial. Prometo volver con el alemán.
- Podría pensarse que te faltan horas para la investigación y el estudio, sin embargo sacas tiempo para mucho más. Te enamoras de una guapa y estudiosa donostiarra. Vienes a Cacabelos,  te veo salir a correr por los alrededores, sales de juerga hasta las tantas(eso ya no lo veo),  alternas con tus amistades, participas en actividades del pueblo...
- Sí, soy muy activo, lo que se puede llamar un culo inquieto. Aunque estuviese en plena tesis, seguía estudiando idiomas. Actualmente sigo cantando en el coro de la Universidad, necesito hacer deporte. En fin , el día que pare, malo.
- ¿Y ahora qué?
- De momento estoy contratado como investigador en INCyL. Me gustaría quedar en Salamanca o en otra universidad, me encanta la vida universitaria. El puesto de docente e investigador es para mí lo ideal. Ambas labores me apasionan. Pero es difícil que salgan plazas y ya sabes como está la investigación en España. Se valora muy poco, no se entiende que todos los avances tecnológicos, informáticos o médicos llegan gracias a la investigación. Invertir en investigación “no mola”, el fruto se recoge a largo plazo   quien invierte igual ya no está en el poder.
  Barajo también un centro de investigación de Navarra(CIMA), que parece que da, cosa curiosa, la oportunidad de hacer una carrera investigadora digna en España. Además Carmen(el amor donostiarra del que hablé, se confirma el dicho popular) está en Pamplona y facilita muchas cosas. Me gustaría volver a salir al extranjero, sobre todo EEUU. Todas las posibilidades serán bienvenidas.
David regresa a su Salamanca adoptiva. Seguirá investigando y jugando con sus ratoncitos en el laboratorio. No me cabe la menor duda que triunfará en su mundo y que fruto de su trabajo llegarán nuevos avances para vencer esas terribles enfermedades neurovegetativas. Seguro que muchos, al leer el titular de esta entrada, se habrán reído o me habrán llamado exagerado. Yo quizá no podré verlo, pero los más jóvenes que habéis leído la  trascripción de la charla, seguro que algún día os sentiréis orgullosos y presumiréis de ser del pueblo de David. Tiempo al tiempo.