El magosto es, junto a la Navidad y la de la familia en
verano, una de las fiestas que la residencia El Humeral tiene marcada como una
de las más destacadas del año. No en vano sus residentes son mayoritariamente
bercianos y, en consecuencia, muy amantes de las tradiciones de nuestra
comarca.
El magosto de hoy comenzó en el exterior del edificio donde a
primeras horas de la tarde prendió la hoguera para calentar los chambombos de
asar castañas. A esa escena se sumaron
nostálgicos algunos residentes para sentir el calor de las llamas y los
inconfundibles aromas de las castañas asándose.
La verdadera fiesta gastronómica y danzarina llegaría un poco
más tarde en el interior –la temperatura pedía cobijarse en el salón al amparo
de la buena calefacción-. Allí, además de dar buena cuenta de las castañas -
residentes, familiares y trabajadores- disfrutaron de una exquisita y variada
merienda que culminó, como no, con muchos de los participantes bailando ritmos
de diversas épocas.
Parte del entusiasta equipo de la Residencia El Humeral |
Esperando a las castañas |