LUGARES EMBLEMÁTICOS DE NUESTRO PUEBLO Y ALREDEDORES
13. El Museo (y 2)
Por Pepe Couceiro
El museo actual (M.AR.CA.), localizado en pleno Camino de
Santiago, se encuentra en un antiguo edificio de 1892 que fue casa particular
hasta que pasó a formar parte de las Bodegas ROFEMAR en 1936. En 2008 se
capacitó definitivamente como museo. Dispone de salas con piezas arqueológicas
únicas que muestran la evolución de las diversas culturas que ocuparon el
territorio desde el principio de los tiempos hasta la actualidad. El fascinante
viaje comienza en el paleolítico con herramientas datadas entre los 300.000 y
los 100.000 años, conduciéndonos hasta la irrupción del pueblo Astur, al
emblemático yacimiento de Castro Ventosa,
a la época de la romanización de toda la zona, a la ciudad de Bergidum Flavium y al yacimiento de La Edrada; llegaríamos al rincón dedicado
a la crisis del Imperio hasta alcanzar la Edad Media, la Edad Moderna, la
etnografía del Bierzo y finalizaríamos el recorrido recordando la batalla de
Cacabelos (ver fotografías).
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Vista general de la sala de los primeros asentamientos del
territorio, con la maqueta de Castro
Ventosa en el centro. |
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Piezas de molinos, junto a las de cerámica, de las más
abundantes en los yacimientos. |
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A la izquierda réplica de una de las joyas más admiradas del
M.AR.CA. (actualmente su original se halla en el museo de León), un peine de
hueso asociado a la invasión de los vándalos
asdingios, en un momento crucial de la historia en el que comenzaba a
desmoronarse el que había sido uno de los mayores imperios de la antigüedad. |
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Una de las piezas más valiosas del museo descubierta formando
parte del paramento de una de las paredes de la casilla de la viña de Los Cereros, en tiempos de la Sociedad.
Al parecer se trata de una lápida de mármol dedicada a una diosa indígena
conocida como Degante. Foto archivo del M.AR.CA. |
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Gracias a la epigrafía se han podido descifrar muchas de las
inscripciones que figuraban en las piedras halladas en la zona. |
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La enorme importancia concedida a Bergidum Flavium como encrucijada de las principales vías romanas
merecía ser destacada en el museo. |
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A la cultura romana se le dedica buena parte del museo tanto
por su importancia cultural como por la enorme cantidad de piezas halladas. En
la fotografía puede contemplarse un Hipocausto, sistema de calefacción
del suelo romano, con sus tuberías de plomo, exhumado por la Sociedad en las
inmediaciones del área conocida como Terra do Ouro, estando el que esto
escribe presente en aquellas espontáneas excavaciones, creo recordar durante
alguno de los primeros años de la década de los 70.
Los muros de este edificio, que encierran la historia de
nuestras raíces en forma de materiales inertes, solo serían eso, restos de
piedras, vidrio, arcilla cocida y objetos metálicos sin alma, si no hubiera
aparecido una persona que les devolvió su ancestral sentido existencial en
cuanto comenzó a mostrarlos con pasión y simpatía a los atentos visitantes. Les
confirió nuevamente su simbolismo perdido, el que poseían cuando formaban parte
de la cotidianidad con la que nuestros ancestros los manejaban habitualmente en
aquellos duros y lejanos tiempos. Durante unos extensos pero fructíferos ocho
años logró atraer a personas de todas las edades amantes de la cultura al dar
un refrescante impulso a las actividades museísticas creando nuevas
oportunidades a otras fuentes de conocimiento. De esta manera, promovió e
incentivó la presentación de libros de autores bercianos (ver fotografía), dio
cabida a atractivas exposiciones itinerantes, renovó las actividades
haciéndolas más participativas, etc.
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Acto de presentación del libro de un cacabelense en 2013.
Foto de Ángel Prada. |
El resultado no se hizo esperar y numerosos vecinos y
forasteros comenzaron a visitar el lugar asiduamente con independencia de la
actividad programada. Como conductora apasionada logró algo inimaginable al
principio, proporcionar un esplendor sin igual a este modesto centro de la
erudición local, consiguiendo convertirlo en uno de los más activos y visitados
de la provincia. A estas alturas ya sabéis que estoy hablando de Dª. Silvia Blanco Iglesias (ver
fotografía).
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Dª. Silvia Blanco (izda.) en la presentación de la exposición
Fotos Antiguas, uno de los muchos
éxitos del museo por el número de visitantes recibidos durante 2017. | |
Nota: La siguiente entrevista realizada por Pepe Couceiro a Silvia Blanco fue realizada hace unos días, antes de conocerse su dimisión como directora del Museo Arqueológico.
Silvia, además de haber desempeñado la dirección del M.A.R.C.A, es
Museóloga, licenciada en Historia del Arte, con estudios de Doctorado y tutora
en el Grado de Historia del Arte en el Centro Asociado de la UNED en
Ponferrada, impartiendo diferentes asignaturas como Historia del Arte de la
Baja Edad Media, o Arte Contemporáneo del siglo XIX y XX, entre otras.
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Hola Silvia ¿Cómo y cuándo comenzaste en el museo?
Comencé el 19 de diciembre de 2012 con mucha ilusión, con el
compromiso de convertir el MARCA de Cacabelos en un referente cultural. Fue una
tarea que asumí con la mayor responsabilidad. Fueron tiempos difíciles a la
hora de arrancar con un proyecto integral y cultural a todos los niveles,
exposiciones, área de educación y actividades dinamizadoras de un espacio que
le faltaba esencia y presencia en Cacabelos y en El Bierzo. Intenté otorgarle
el alma cálida que cualquier espacio cultural debe tener.
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¿Comenzaste como directora?
Comencé como responsable de museo y turismo, ya que el
edificio alberga tanto el Museo Arqueológico como la Oficina de
Turismo. Así que, la combinación de ambas nos ha hecho crecer y
complementar las visitas tanto de turistas como de peregrinos.
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Háblanos de lo que significaron esos 8 años en tu vida
El MARCA fue el proyecto más interesante con el que me he
enfrentado en mi vida laboral hasta el momento. Un lienzo totalmente en blanco
en el que estaba todo por hacer y había que comenzar desde cero. Más allá de
sus muros y de forma paulatina comenzó la transformación, con la sensación de
sentirme en Cacabelos como en casa. Los cacabelenses me acogieron como una más.
Me he sentido muy a gusto y, aunque han sido jornadas de intenso trabajo, ha
merecido la pena. El museo se ha convertido en un contenedor de historias
apasionantes, desde exposiciones como Antonio Guerra, La Fórmula del
éxito, Volver, En todas las casas cuecen habas, Cavernarios
o Ankesenamon, La reina perdida de Egipto. Exposiciones tan rompedoras
como Ahora, Nosotras; Viaja Con Nosotros- Cien años de juguetes,
Poli_zontes- Nuevos horizontes del paisaje contemporáneo, Animalaya,
Mundoevo o históricas como Menudo Bierzo o Indumentaria
Militar de la Guerra de la Independencia o de artistas tan de Cacabelos
como Pedro Cotado, José Carralero o Bernardo Doral.
Exposiciones de muchas disciplinas artísticas, desde pintura, escultura,
grabado, cerámica, ilustradores, grafistas, etc.; coleccionistas que nos han
ayudado a tener piezas importantes para las exposiciones que teníamos entre
manos, muchas personas del pueblo metidas en danzas buscándonos entre sus
recuerdos piezas que brillaran en la exposición con luz propia en cada vitrina,
etc. No te puedes imaginar lo agradecida que estoy a tantos colaboradores que
han estado al pie del cañón, acercándonos una fotografía o muchas, o piezas
temáticas de Antonio Guerra como una botella de Colayork con
producto todavía, juguetes antiguos, la misma cuadriga del Cesar Romano,
etc.
Las presentaciones de libros han acercado a autores
importantes al público. Era fundamental que las palabras, la literatura, los
ensayos, los relatos cortos, la poesía, los trabajos de investigación, etc.,
estuvieran presentes como otro tipo de representación artística, como El
Cultivo del Pistacho o libros de poemas del también cacabelense Jose
Yebra u otros autores respaldados por editoriales que están trabajando mucho
y bien, como Mas Madera o Alternativas. Es importante dar cabida
y visibilidad a todo tipo de artistas.
Los talleres EDUCAMARCA para todas las edades, desde
los más peques hasta adolescentes, adultos o para el grupo de mayores fueron
introduciéndose poco a poco hasta convertirse en una parte importante. Llegamos
incluso a acercar el museo al ámbito más rural, realizando talleres artísticos
y etnográficos en Quilós en su centro cívico. Fue una experiencia muy
gratificante que nunca olvidaré. Enseñar a personas mayores autores de las
primeras vanguardias artísticas como Picasso, Kandinsky, Mondrian
o Salvador Dalí y que lo disfruten tanto como tú. ¡Fue algo tan
importante para mí!
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¿Qué es lo que más recuerdas de tu paso por el museo?
Es muy difícil quedarme con algo en concreto cuando pones
tanta ilusión en tu trabajo. Me siento muy orgullosa de haber convertido el
MARCA en un lugar de atención para todos, en el que hemos compartido y
aprendido a través de la experiencia artística y cultural. El mejor regalo que
me llevo de mi paso por el museo es el cariño de Cacabelos. Me lo han
demostrado a lo largo de muchos momentos y en esta última fase más todavía si
cabe.
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¿Con qué te quedarías de esos años?
Me quedo con el trabajo diario, con la complicidad de mis compañeros
y las personas que de una manera desinteresada en muchas ocasiones nos han
estado ayudando en montajes de exposiciones, talleres. Un buen equipo es tan
importante…; y yo he tenido la suerte de contar con los mejores: Yasmina, Saúl,
Mari Mar, Willi, Noelia, María José, Erika, Bea, Yoli, Silvia, Ana, Gutis,
Manoli, Susana, Sandra, entre otros; el servicio de limpieza o el servicio de
obras o a Carlos (el electricista), que ha trabajado intensamente para que no
faltara detalle; todos ellos han sido fundamentales y muchas veces con momentos
de tensión por llegar a tiempo, por hacerlo bien, para que todo estuviera lo
mejor posible.
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¿Tomaste tú la iniciativa de abordar otras actividades además de las
relacionadas con la exposición permanente?
Cuando me presenté a la plaza en 2012, uno de los requisitos
del concurso además de méritos y demás, fue un Plan Museológico. Ese Plan lo llevé a cabo a medida de cómo se
encontraba el museo en ese momento y las líneas de acción que quería
desarrollar. A partir de ahí observación, intuición y conocer bien a nuestro
público fue fundamental. Igualmente ha sido importante la buena conexión que ha
habido con los equipos de Gobierno, porque las iniciativas surgen prácticamente
de forma natural e instantánea. Buscar lo mejor para el Museo o para Cacabelos
a nivel cultural siempre ha sido mi objetivo.
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¿Qué actividades te proporcionaron mayor satisfacción?
Realmente todas las actividades que realizas con pasión y
profesionalidad te proporcionan satisfacción.
En todas ellas me volqué para que no le faltara detalle, pero con un
objetivo primordial, democratizar el arte, los museos.
Especial recuerdo a proyectos con la feria de Arte
Contemporáneo-MAF, o el MSAP [Marca Street Art Project] o Encuentros
de Artistas con la gestora Paula Cabaleiro, pero cada taller era una
nueva experiencia y cada exposición un nuevo reto. Los filandones de la
exposición Volver, la buena acogida en las redes sociales de nuestra
actividad, las colaboraciones con otros museos como con la Red Museística
Provincial de Lugo, el Musac, etc. La satisfacción es ver un
conjunto armonioso, un museo plural para todos los públicos en el que esté
implicada la sociedad.
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Para finalizar, ¿tienes pensado algo de cara a tu futuro inmediato?
Mi intención es seguir trabajando en la misma línea. Con
ilusión y profesionalidad. Aunque se tienen que dar las condiciones adecuadas.
Me gustaría daros las gracias por la oportunidad de
reflexionar en voz alta acerca de mi trabajo de los últimos años. Cacabelos
forma parte de mi ADN ya de por vida. Gracias por tu generosidad Pepe.
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Desde los orígenes de la humanidad la cultura siempre ha sido
un valioso nexo de unión entre las gentes y los pueblos. En cualquiera de sus
infinitas facetas nos ayuda a conocernos mejor, nos proporciona placer
admirando las obras creadas por nuestros semejantes, pero, sobre todo, nos hace
mejores al acercarnos a comprender que albergamos la misma esencia, que
sentimos las alegrías y las tristezas de igual manera y que, afortunadamente,
las fronteras en las que hemos estado confinados hasta ahora formando parte de
los países comienzan imperceptiblemente a difuminarse.
El museo nos muestra, en forma de objetos de todo tipo, buena
parte de nuestra cultura olvidada y esa podría ser la razón por la que, nada
más penetrar en sus dominios nos encontramos tan a gusto, probablemente porque
en nuestra memoria se despierta esa extraña familiaridad al contemplarlos, como
si alguna vez, en algún pasado remoto, nos hubieran pertenecido.
AGRADECIMIENTOS: A Carlos de Francisco, por permitirme
disponer de esta ventana a la que se asoman tantos vecinos; a Manolo Rodríguez,
por haberse convertido, al menos para mí, en una valiosa Memoria del Tiempo; a
Margot García, por facilitarnos las fotografías de su padre D. Eumenio; a
Silvia Blanco, por proporcionar prestigio a este importante lugar emblemático
de nuestro pueblo y a Roberto Carballo por sus simpáticas anécdotas que siempre
nos despiertan una sonrisa.
BIBLIOGRAFÍA:
(1)
GÓMEZ
MORENO, M. in El Reino de León en la Edad Media XII. León y su Historia
(1969). Colección Fuentes y Estudios de Historia Leonesa. Número 121. p. 565.
(2)
DÍAZ
ÁLVAREZ, I. (2006-2008). Bergidum Flavium, encrucijada viaria. Cacabelos
(León). Boletín do Museo. Provincial de Lugo, 13: 69-78.)
(3)
PÉREZ
LÓPEZ-BOTO, A.; GONZÁLEZ CARRERA, V. (1994). Álbum del Bierzo. Junta de
Castilla y León.I.S.B.N.: 84-606-2231-2. 219 pp.