Aunque los últimos años se ha cambiado el tradicional jueves
por el domingo, en Cacabelos sigue celebrándose con gran solemnidad
esta sobresaliente fiesta religiosa. En nuestra memoria permanece inalterable
el refrán: Tres jueves tiene el año que relucen más que el sol: Jueves
Santos, Corpus Christi y el día de la Ascensión.
La celebración del Corpus por la Iglesia Católica se remonta
a finales del siglo XII y está dedicada a celebrar la Eucaristía con el fin de
proclamar y aumentar la fe de la Iglesia en Jesucristo presente en el Santísimo
Sacramento.
Se trata de una fiesta de especial relevancia que se celebra
a lo largo del mundo católico. En España ese jueves fue durante muchos años
fiesta a nivel nacional. Actualmente sigue siéndolo en algunos países. Estos
últimos días, y con motivo de la Eurocopa, los periodistas destacados en
Polonia nos informaban de la importancia de esta festividad en aquel país.
Muchos pueblos y ciudades españolas continúan manteniendo la festividad el
jueves. Cacabelos se ha adaptado a los tiempos y lo hace el domingo siguiente.
Muchos recordaréis aquella procesión que llegaba hasta la
Plaza de San Lázaro. Pequeños altares se situaban a lo largo del recorrido y en
los balcones lucían elegantes colchas y floridas macetas para honrar la
Custodia portada por el sacerdote bajo palio.
Este año, ante la amenaza de lluvia, la alfombra floral tuvo
que realizarse en el interior de la Iglesia de la Plaza: en el altar mayor y en
la capilla románica.
La procesión finalmente pudo salir, aunque el
recorrido se limitó a realizar la vuelta a la Plaza Mayor y regresar al templo
nuevamente. Los niños que realizaron el
pasado mes la Primera Comunión se encargaron de abrir el paso a la Custodia e
ir sembrando el suelo con centenares de pétalos.
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