Uno de los taxistas de Cacabelos mantenía durante la tarde
de ayer viernes una peculiar protesta ante el taller de reparación al que había
acudido con su vehículo de trabajo.
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| El taxista, la pancarta y restos de otra y del motor |
Durante los últimos días estamos viviendo en el Bierzo las protestas llavadas a cabo por los mineros mediante cortes de carreteras y la vía del tren, manifestaciones frente a la Delegación de la Junta en Ponferrada y otras más. También ocupan lugar destacado en los informativos las primeras concentraciones de los trabajadores de Vitro ante la grave situación de su empresa.
Si ambos colectivos ejecutan sus acciones en grupo, nuestra noticia tiene un único protagonista..
El taxista había acudido al taller para una reparación, según él mismo maniesta, y le colocaron piezas no correspondientes al modelo de su coche. Pasados unos días el motor rompió y él se vio obligado, para seguir trabajando, a alquilar una furgoneta. El taller parece ser que no se hace cargo del error y se lava las manos. El lugar donde mantenía su actitud se encuentra en la carretera de Columbrianos a la salida de Ponferrada, justo ante el establecimiento al que denuncia. Solicitaba que los demás
conductores mostraran su adhesión haciendo sonar el claxon. Y efectivamente lo conseguía. La mayoría de los conductores pitaban al pasar frente al demandante, quien a su vez hacía sonar un claxon manual, mantenía una pancarta informativa y , depositados a sus pies, mostraba los restos de lo que debían ser parte del motor del coche averiado.
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