Imagen de Santa Lucía con una palma en la mano derecha símbolo del martirio. En la izquierda una bandeja con los ojos |
“Que santa Lucía te conserve la vista” es una frase muy usada
y repetida para desear una buena visión, recordaba don Jesús esta mañana
durante la celebración de la misa en honor a la santa de Siracusa, una de las
primeras mártires de la cristiandad.
Pertenecía a una familia de nobles adinerados sicilianos y
muy joven consagró su virginidad a Dios. Indignado su pretendiente por rechazar
el matrimonio, delató a Lucía ante el cónsul en tiempos que Diocleciano
perseguía a los cristianos en todo su furor.
Se negó a apostatar ante el juez de la fe cristiana a pesar
de las amenazas y horribles tormentos a los que fue sometida: llevada a la
hoguera, le quitaron los ojos y finalmente decapitada un 13 de diciembre de
304.
Es la patrona de la vista (ciegos, electricistas, modistas,
chóferes, fotógrafos, afiladores, cortadores, cristaleros, sastres, fontaneros
y escritores) porque estando ante el tribunal, aun sin ojos, seguía viendo.
En Cacabelos tal día como hoy acudían a su misa decenas de chicas y algunos chicos que trabajaban los talleres de sastrería y las aprendizas de los talleres de corte y confección que abundaban hace años en nuestro pueblo.
En Cacabelos tal día como hoy acudían a su misa decenas de chicas y algunos chicos que trabajaban los talleres de sastrería y las aprendizas de los talleres de corte y confección que abundaban hace años en nuestro pueblo.
La fiesta concluía alrededor de la gran hoguera que se preparaba
en lo que hoy es parque. Bien en grupos de amigos o familiares, bien
individualmente, los cacabelenses se acercaban a su calor para charlar y cantar
durante las primeras horas de la noche. Y los más privilegiados asaban en una
berza algunos de los chorizos recién embutidos fruto de las primeras matanzas
de la temporada.
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