SEIS
AMIGAS, SEIS
Por Antonio Esteban
Eran -son-
seis. Jóvenes y guapas. Y alegres o, al menos lo aparentaban en esta
foto tomada en la acera en donde Luís Gallego ha levantado su Hotel.
Eran amigas y salían juntas. Y se
confiaban secretos y sonreían, ruborizándose, cuando veían pasar al príncipe
azul de sus sueños que no era ni príncipe ni azul.
Yo me pregunto -inocentemente- si todavía siguen siendo
amigas ya que el tiempo y la distancia todo lo borra Tal vez sigan siéndolo
precisamente por todo lo contrario, porque la distancia y el tiempo no anula
nada.
Se las reconoce fácilmente. De
izquierda a derecha, Sagrario, la de don Prudencio que tenía dos hermanos en La
Coruña; Dori, la hija de don Antonio Díaz “Guerra”;
Carmela, la de don Vicente; Paloma, la hija de Lila y de Eduardo y
Margarita, la del veterinario, arriba y, arrodillada, Maricha, la hija de
Petroja, que, a decir de quienes la conocen, es una de las mozas/mujeres más
guapas de Cacabelos.
Yo sé que estas
niñas/mozas/mujeres, más que un artículo a vuelapluma eran merecedoras de un
verso, pero, también pienso que no hace falta un verso. Ellas, por sí mismas, son un poema y yo, a este
poema, le pongo un estrambote con mi artículo. ¡Ojalá les guste¡.
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