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Todos querían que el agua bendita llegara a sus panes |
Una año más centenares de cacabelenses acudieron al Santuario
de la Virgen de la Quinta Angustia para participar en la tradicional Bendición
de los Panes.
El aire frío y el sol fueron compañeros de esta tarde del Día
de las Candelas. Comenzó don Jesús la bendición en el interior del templo,
continuó espargiendo el agua bendita en la Residencia El Camino y finalizando
entre la multitud del exterior que clamaba por unas gotas para sus panecillos.
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San Blas espera para la procesión de mañana |
Esta ceremonia se
celebra desde tiempos inmemoriales y siempre está arropada por muchos fieles
que acuden con los panecillos para recibir el agua bendita. Muchos de estos se
consumen (“si comes pan bendito tu garganta estará bien todo el año” Laudina) en
las siguientes horas, pero no son pocos los que mañana serán enviados a familiares
repartidos por toda la geografía española. Otros
quedarán en algún lugar de la cocina o despensa de la casa (“si cuelgas un
panecillo en tu casa, no te faltará comida en todo el año” Laudina) como
símbolo también de aquellos que se guardaban para dar unas migas a los animales
domésticos en caso de enfermedad.
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El interior del Santuario estaba repleto de fieles |
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Don Jesús espargiendo el agua bendita con el hisopo |
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El patriarca, Andrés, con parte de la familia. |
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El apellido Basante también se paseó por las Angustias |
Primer año k no comemos el pan..
ResponderEliminarMucha tristeza