Pedir el aguinaldo, una tradición que también puede desaparecer

Estos simpáticos nuevos cacabelenses cumplieron con la tradición

Cada año son menos los niños que salen a recorrer calles, establecimientos y viviendas para pedir el aguinaldo en la víspera de Reyes. Casi hay que buscarlos con lupa.

Este nuevo cinco de enero no ha sido una excepción y ha continuado la tendencia de los últimos años: desparecidos. Todos no, un pequeño grupo, el que aparece en la foto, se prodigó hoy pidiendo el aguinaldo a unos y a otros. Lo curioso es que son niños que apenas llevan cuatro días en España y se han convertido en los continuadores de una tradición muy arraigada entre los cacabelenses hasta hace pocos años. Sin embargo, los nativos, abandonan ésta y abrazan con pasión la de salir a pedir golosinas el día de Halloween. Cosas veredes, amigo Sancho.

No estará de más añadir una de las versiones que cantábamos en mi infancia por estas fechas:

Hoy es víspera de Reyes,

primera fiesta del año.

Y entre damas y doncellas

pedimos el aguinaldo.

Aguinaldo, aguinaldo,

señora por Dios,

por el nacimiento del Hijo de Dios.

Que somos cuatro

y entraremos dos.

Si nos da un choricín,

Dios le dé un buen fillín.

Si nos da una androlliña,

Dios le dé una buena filliña.

Aguinaldo, aguinaldo

del kikirikí.

Si no nos da nada,

cagamos aquí.