DALIA Y TONY
Por Antonio Esteban González
Esta sección del blog bien pudiera llamarse también EN BUSCA
DEL TIEMPO PERDIDO como la novela de Marcel Proust de la que tanto se ha
hablado y de la que se seguirá hablando.
Hay, sin duda, en muchas casas, en los desvanes de muchas
casas, apolillados álbumes que conservan fotos de tiempos pasados como
recuerdos que no han muerto, pero que tampoco volverán, aunque lo intentemos.
Pasan los años y nuevas generaciones encuentran esas fotos,
pero, a veces, ignoran nombres y, con frecuencia, el fuego purificador hace
presa en ellas o, como ocurre con ésta es vendida en pública almoneda.
La foto pertenecía a la colección particular de Dalia, la
"Corina" que regentó un establecimiento de bebidas en lo que hoy es
sede de la Policía Municipal, junto con Tony, su marido que vivían en uno de
los pisos cercanos a la Cafetería AITOR, una de las cafeterías emblemáticas de
la villa.
El piso en el que vivía la pareja fue vendido. Hicieron
limpieza en él y los álbumes de fotos recalaron en un mercadillo de Ponferrada
que se abre todos los domingos al público. Allí un vecino de la villa las adquirió y así
llegaron a mis manos.
En esta foto vemos a Dalia y a Tony y a uno de sus hijos
(José Carlos) seguramente en la celebración de una onomástica, en el Bar El Aperitivo que
ofrecía al público tapas de calamares y un vaso de vino al módico precio de dos
pesetas o sea a un céntimo de euro. (Hay también sobre el mostrador de cinc una
botella de coñac -al coñac se le llamaba "jerinac"- y otra de ginebra).
Una foto de ayer a la busca del tiempo perdido que no
puede -lo dije- recuperarse porque los protagonistas ya no
están entre nosotros.
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