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La Avenida de Galicia atiborrada de público durante la mañana |
El día estuvo amenazando lluvia desde la mañana, pero apenas
unas gotas cayeron a última hora de la
tarde que no asustaron a los muchos visitantes que continuaban recorriendo la
feria en esos momentos. No resultó el típico uno de mayo con un sol apretando
fuerte que obligaba a visitar de vez en cuando los bares para apaciguar la sed.
Pero al menos la meteorología respetó un festejo de Cacabelos en las últimas
semanas. Recordad qué Semana Santa y qué Pascua nos proporcionó la lluvia.
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Emiliana, como siempre, al pie del cañón |
Como en años anteriores, una variadísima cantidad de
productos estuvieron a disposición de los posibles compradores: una máquina de
coser con programación informática, el último bolso diseñado en Milán, la bica
más exquisita de Puebla de Trives, las afamadas fuentes de barro de Pereruela,
los auténticos cestillos de mimbre de los gitanos de Cacabelos...plantas, miles
de sujetadores, miles de calcetines y medias, perfumes exóticos, embutidos,
empanadas, globos, muchos globos para alegría de los más pequeños, y unas
castañuelas. La lista se alargaría demasiado. Por supuesto no faltó a la cita
el renombrado pulpo a feira que se podía degustar en varios puestos,
pero, por supuesto, el que sirvieron en la Plaza del Vendimiador la veterana
Emiliana y Carlos no tuvo rival.
Se notó, como era de prever, un descenso notable en el
número de caballerías en el campo ferial. Ayer ya comenté aquí que durante la
mañana del lunes se realizaron ya muchos tratos, provocando la marcha de mucho
ganado durante la víspera.
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También la zona de las Angustias fue muy visitada |
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Manolita y Desiderio optan por música y libros. Buena elección |
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La Avenida de la Constitución desde la Cooperativa |
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Algunos pierden la marida por cualquier cosa. El maniquí no se vendía, la camiseta sí. |
vaya ambientazo en las cruces sin duda da gusto ver la villa del cua con tanto ambiente
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