A las doce de la mañana comenzaron los actos en honor al
Patrón de los agricultores trasladando la imagen desde la Iglesia de la Plaza
hasta la que lleva el nombre del santo madrileño. Un grupo de gaiteros y la Banda de la
Cofradía fueron los encargados de poner la nota musical al desfile procesional,
mientras los tractores engalanados para la ocasión abrían paso al que portaba
la imagen.
El recorrido, como ya es tradicional, se hallaba embellecido por la abundancia de floridas
macetas en las aceras y por una llamativa alfombra de xestas y pétalos. Tampoco
olvidaron los vecinos de construir el acostumbrado arco de flores y el “huertín
de San Isidro”, bendecido por don Jesús, Párroco de Cacabelos, al pasar la
comitiva por su lado.
En la misma Plaza de San Isidro se celebró una misa de
campaña y posteriormente se inició el regreso a la Iglesia parroquial para dar
por concluida la ceremonia religiosa.
Y como viene siendo práctica habitual, a las puertas de la
misma se repartieron entre los participantes las apetitosas cerezas que portaba la imagen, además de las manzanas
distribuidas en abundancia por un grupo de niños y niñas.
Un baile vermú sirvió de prólogo a la comida de
fraternización que celebraron al aire libre los tractoristas participantes.
Por la tarde se sucedieron las actividades lúdicas y
deportivas para todas las edades. Los organizadores de la fiesta ofrecieron
churros y chocolate para los más peques y chorizo para los menos peques. La
orquesta pontevedresa Canela se encargó de animar la tarde y la noche hasta el
punto y final de la jornada con melodías para nostálgicos y para modernos.
Durante todo el día se pudo contemplar una selección de fotografías
antiguas de la gente del barrio.Autoridades y fieles durante la Misa |
Tino cabalga en su engalanado "caballo" |
Manolo reparte las cerezas al final de la procesión |
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