Celebró Cacabelos un año más la Virgen de la Candelaria con
la tradicional bendición de los panes en el Santuario de la Virgen de las
Angustias.
Con el templo abarrrotado de fieles y otros centenares
apostados en el exterior, se cumplió un año más la ancestral tradición de
llevar a bendecir miles de panecillos que han de servir para compartir en la
merienda de hoy –muchos-, otros serán enviados a los cacabelenses del exterior y el resto guardados a buen
recaudo para su uso medicinal durante el año en las enfermedades de los
animales domésticos.
Como si de un milagro de la Candelaria se tratase, se pudo
celebrar la parte del ritual religioso en el exterior bajo un sol deslumbrante,
después de una mañana con lluvia, viento y algún copo de nieve cayendo con
disimulo y seguido de un nuevo nublado que obligó a sacar de nuevo los
paraguas.
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