Tractores con uvas a la entrada de la Cooperativa esta tarde |
Para significar los muchos
cambios experimentados por la vendimia en los últimos años se podría parodiar
la respuesta que da don Sebastián a don Hilarión en la célebre zarzuela La
verbena de la Paloma: los tiempos cambian que es una barbaridad (Hoy las ciencias adelantan que es una
barbaridad, en el original).
Tractores y carros hacen cola para pesar en la antigua báscula de la Cooperativa hace cincuenta años |
Y para corroborarlo nada tan simple como darse una vuelta por la Cooperativa para comparar imágenes del pasado con la que mostraba esta misma tarde de domingo. Años atrás una larga hilera de tractores o carros se extendía hasta el puente, incluso por momentos se prolongaba hasta las Angustias, y se ramificaba también por la carretera de Arganza. Hoy esa escena ya es sólo recuerdo porque ni una decena de vehículos cargados de uvas esperaban a descargar más allá de las siete de la tarde.
Por una parte la descarga de uvas
se ha diversificado actualmente y llega a decenas de bodegas que antaño no
existían; añadiendo, por supuesto, la merma de producción, el abandono de viñas
y la venta para otras zonas geográficas. Los atascos y las largas horas de
espera también se han paliado gracias a la planificación del horario de
recogida según variedades.
La realidad, para la Cooperativa,
es que en esta campaña espera recoger tres millones de kilos y necesitaría al
menos un millón y medio más. Según informaciones de la propia bodega ya tiene
contratos para comprar 300.000 kilos de uva mencía a los que deberían sumarse
los restantes necesarios para llegar a la primera cifra.
Pol tomando muestras para medir el grado de la uva |
Descarga de uva mencía en una de las tolvas |
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