sábado, 1 de febrero de 2014

La víspera de Las Candelas llega con frío en la calle y bochorno en los hornos



    Hoy ha sido verdaderamente un perfecto día de invierno. El  frío nos acompañó a lo largo de la jornada y la  lluvia intermitente, acompañada de algún copo de nieve despistado, alegró la mañana. Ni si quiera la aparición de un tenue sol logró suavizar la temperatura.

El veterano Pablo presentando una nueva figura de pan

Félix y Saturno guardan el secreto de la masa

     Todo lo contrario  sucedía en el interior de las panaderías de Cacabelos. Los hornos funcionando a tope y el trajín de los diligentes artesanos-panaderos lograban casi un ambiente tropical.  Todas las manos eran pocas para confeccionar las figuras de pan que mañana llevaremos a bendecir al Santuario de las Angustias.
Son miles de panecillos los que saldrán de los obradores entre hoy y mañana. Y no se trata simplemente de hacer una masa y hacer bollos normales.  Debe prepararse de forma especial la mezcla y a continuación dar forma a cada pieza con las hábiles manos de los trabajadores. Un trabajo que exige paciencia y pericia.
        Me contaba esta tarde Demetrio Rodríguez en la panadería de sus sobrinos (Panadería Pilar) que desde niño acudía estos días al horno de su padre-Saturno Rodríguez-para ayudar. Labor que ha venido haciendo prácticamente toda su vida. Incluso hoy, con noventa y tres años, la nostalgia no le permite quedar en casa y dejar de respirar por unas horas el ambiente frenético de esta víspera de la Bendición de los panes.

     Esta panadería, Panadería Pilar, dentro de muy pocos años cumplirá un siglo. Solicitó el permiso de apertura el padre de Demetrio, Saturno Rodríguez, en 1922. Fue bautizada con el nombre de Imperial, aunque distintas generaciones de cacabelenses la identificaron como Panadería de Saturno, Panadería de Félix y, los últimos años, Panadería Pilar, nombre que sus hijos han querido mantener después de su muerte.
    A los ya nombres míticos del pan-Indalecio, Saturno, Leopoldo, Enrique, Jesús- se van agregando otros veteranos y ya jubilados: Chas (Panadería La Golondrina) y Pablo (Panadería Pablo).  La mejor noticia es que la saga continúa. Ahora son los hijos y nietos de todos ellos los que han tomado la antorcha y prolongan la buena fama del pan de Cacabelos.

Chas, otro veterano panadero, al mando del horno.
 Demetrio con sus sobrinos y sobrinos-nietos. posando con el cartel antiguo

Tres generaciones de panaderos. Chas con su hijo y nietos

 
Roberto y Jose ordenando los panes antes de meterlos en el horno



1 comentario:

  1. Excelente reportaje: muy buenas fotos, prosa sencilla, rigurosa y humana...
    Es una tradición tan entrañable...
    Mientras vivieron mis padres nunca dejaron de enviarme un paquete con los cuerniños, las palomas...
    Demetrio está hecho un chaval...

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