jueves, 14 de febrero de 2013

La triste soledad de la sardina

Los restos de la sardina flotando sobre las andas en el Cúa

Apenas hace unas horas una marabunta desconsolada lloraba la muerte de la sardina y acompañaba sus restos entre lágrimas y lamentos. El sepelio de la finada culminaba arrojando su cuerpo a las aguas del Cúa y oyéndose un terrible clamor de despedida.
Poco duró el duelo. La noche recobró la alegría en la Plaza Mayor dando buena cuenta plañideros y plañideras de las sardinas asadas.
Y ahora ahí está sola y abandonada. Sus cenizas varadas al lado del  puente sin un alma caritativa que las llore y esperando  que la corriente del río  las arrastre hacia su último destino.

¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
  sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
  d'amadores?
  ¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
  que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
  que traían?
Copla XVII. Coplas a la muerte de su padre. Jorge Manrique.

3 comentarios:

  1. que bonita copla de jorge Manrique...cualquier tiempo pasado fue mejor

    ResponderEliminar
  2. Esa sardina era la de los piratas.que grandes son.un saludo carlitos

    ResponderEliminar
  3. Carlos, precioso el texto elegido de las coplas a la muerte de su padre, de Manrique. Gracias, una vez más, por tu estupendo blog y por contarnos los "dimes y diretes" del pueblo; a los que estamos lejos nos haces sentir más cerca. Un abrazo, Elena

    ResponderEliminar