El ya mítico Café Bergidum de las patatas asadas y los
callos estuvo dirigido por Manola y Víctor hasta su jubilación hace unos
años. Posteriormente se hizo cargo Mari
en estos últimos tiempos hasta su cierre.
Cierre que sólo será temporal. Si los planes de los nuevos
responsables se cumplen, a finales de este mes de octubre volverán a abrirse
sus dos puertas al público tras realizar unas obras de reforma. Álvaro Juarros
y Vicente Cela, dos jóvenes cacabelenses, han dado un giro a su vida laboral y
se han comprometido con el difícil mundo de la hostelería.
Ojalá tengan suerte.
dificil proyecto en los tiempos que corren pero animo que en esto de la hosteeria en ocasiones el esfuerzo tiene recompensa
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