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La noche de este jueves tórrido y con lluvia de pabuxas no impidió que decenas de cacabelenses mostraran un año más su cara solidaria con los más necesitados. Y lo hicieron participando en la Caldereta Peregrina que cada año ofrece la Asociación Voluntarios Flavium dentro del programa estival del Ayuntamiento Las Noches del Camino.
Además de las exquisitas y poderosas sopas de ajo servidas en un cuenco de barro donado por el Ayuntamiento para llevar de recuerdo, se añadía un bollo preñao y la posibilidad de ganar estupendos regalos al tentar la suerte explotando globos con premios en su interior.
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| Teresa probando el punto de sal |
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