COSAS DE LA INFANCIA
Por Antonio Esteban
Hay veces en que un escribidor tiene dificultades para encontrar título a un texto y esta es una de esas ocasiones por lo que he decidido ir a lo más fácil al tratarse de dos niños
Son, como decía en el título, “cosas de la infancia” sin lugar a duda: una niña cuida a un niño -casi un bebé- en su casa. Yo diría que es un ejemplo de instinto maternal. Ella es Marita, hija de Juan y de Maruja y, el niño, posiblemente, el hijo de algún vecino. Hoy, por supuesto, ambos son adultos y quizás no se reconozcan en la foto.
Ella, decía, era hija de Juan que regentaba un comercio de ultramarinos muy cerca de la Iglesia y que además ejercía como taxista y la foto seguramente fue tomada en el piso que está encima de “Crimelo”, la casa de fotografías, en los soportales. Y es una foto, insisto, que tiene muchos, muchos años, claro que pudo haber sido tomada hoy porque siempre hay una niña -insisto en el instinto maternal- dispuesta a cuidar a un niño mientras la mamá se dedica a sus quehaceres.
Esta foto -como otras muchas- sirve para añadir a nuestra historia gráfica de la villa, una historia que comenzó también hace muchos, muchos años y que vamos recogiendo, en la medida en que podemos, y que nos hace conocer momentos que no volverán, pero la vida es así.
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